Referencial

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Construye espacios seguros para comunicarte

"No comunicamos bien cuando no transmitimos lo que queremos expresar", dice speaker internacional.


Aprender a escuchar con conciencia y asertividad es una de las tareas más complicadas de realizar y ocurre con frecuencia en la familia, amistades y trabajo. Saber comunicar ayuda a romper barreras interpersonales.

"No comunicamos bien cuando no transmitimos lo que queremos expresar", explica Victoria Báez, speaker internacional.

Por otro lado, Heidi Valle, coach en comunicación, deja la siguiente pregunta: ¿Cuál es la mejor manera para comunicarnos, a tu estilo o al estilo de los demás?

Tipos de perfiles

Por lo que recomienda saber identificar los tres tipos de perfiles al momento de comunicarse: perfil lógico: son de muy pocas palabras, utilizan las manos para afirmar o negar algo y predominan sus gestos y mirada.

El otro es el perfil directo, la persona que va al grano y es preciso. Se ve mucho en el lenguaje de los líderes al ser objetivos con sus discursos. Y el perfil emotivo, estas personas se preocupan por los demás, son empáticos y carismáticos.

La especialista en comunicación recomienda que primero debés de observar y conocer el perfil de la persona con la que estás hablando y posterior adaptar tu lenguaje, esto creará armonía e interacción dentro de una conversación fluida.

Hablar de los temas de interés de tu receptor crea un interés más allá de los tuyos y hace sentir a la otra persona escuchada. La frase de “trata a los demás como te gustaría que lo hicieran contigo” es uno de los ejemplos clave que Valle puntualiza.

Para crear espacios seguros al momento de comunicar es preferible entender el comportamiento y tono que se le está dando. Elegir lugares óptimos en los que se tenga que abordar la conversación.

"No todos los espacios son los óptimos para hablar cualquier tema" recomienda Valle.

El lenguaje corporal es uno de los elementos esenciales para poder entender a los demás, sin embargo, es el menos utilizado para comprender lo que necesita el otro. Nuestro cerebro es como la electricidad, el mensaje viaja más rápido y la respuesta inmediata es nuestro cuerpo.

Báez comenta que las emociones duran 90 segundos en la mente, pero depende de cada uno el dominarlas y causar en ellas la respuesta correspondiente. Estas pueden verse reflejadas no por las palabras sino por los gestos.