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Condenados de privar de la vida a sus parejas pierden todo derecho sobre sus hijos

No se les permite ningún contacto con los menores de edad, explica abogada.


Los padres condenados por femicidio pierden la autoridad parental sobre sus hijos e hijas, si privaron de la vida a la madre con quien los procreó, explicó Karla Nicaragua, abogada y asesora legal de la Asociación infantil Quincho Barrilete.

Esto implicará que no tendrán derecho a ningún contacto con los menores de edad a través de las visitas en el Sistema Penitenciario Nacional.

Este jueves 22 de mayo Ángel Ramón Barrera García fue declarado culpable del femicidio de su expareja, Hillary Pérez Urbina, de 18 años de edad, a quien asesinó el pasado 23 de marzo en la comarca Pochocuape, en Managua.

Durante la audiencia, el hombre manifestó su deseo de mantener una "convivencia familiar" con el hijo que ambos procrearon.

Ángel Ramón Barrera García declarado culpable de femicidio./ cortesía

“En el Código de la Familia se establece que dentro de las causales de la pérdida de la autoridad parental está que el padre al que se le pretende quitar la autoridad parental haya cometido delito contra el otro padre, en este caso pues el delito es la privación de la vida no habrá lugar a esa petición”, señala Nicaragua.

El resto de condenados por cualquier otro delito si pueden recibir la visita de sus hijos e hijas, siempre y cuando no se haya vulnerado los derechos de esos menores de la edad, aclaró la abogada.

“En los otros casos, otros tipo de delitos allí si la ley permite que los padres puedan ver a sus hijos dentro de los sistemas penitenciarios y así ocurre cotidianamente que los familiares llevan a los niños pequeños o adolescentes a ver a sus padres o madres cuando están privadas de la libertad, aunque se hayan cometido delitos graves y le hayan sido impuestas penas severas”, comenta.

La decisión de no permitir a los femicidas tener contacto con los niños y niñas a los que dejó sin madre y con su padre en la cárcel, también está justificado a nivel psicológico para evitar un trauma mayor, destaca la jurista.