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Trabajos verticales requieren medidas de protección
Las lluvias estimulan servicios que requieren del uso de escaleras que deben estar bien colocadas para evitar riesgos.
En cada invierno las lluvias estimulan la demanda de servicios de reparación y mantenimiento de luminarias, y también de poda de árboles, los que generalmente requieren de la utilización de escaleras o uso de arneses para poder realizar estas labores.
Tomando en cuenta esto, Carlos Adán Rodríguez, experto en higiene y seguridad ocupacional, considera que en este periodo del año los empleadores deben garantizar medidas para evitar accidentes y daños humanos que lamentar.
“Además de colocar el arnés y la línea de vida hay que poder establecer una situación de la herramienta de ascenso y descenso que esté segura en un poste, pared o árbol, para poder generar una situación de que esa escalera por mucho que pasen llevándosela no logre caerse y siempre se mantenga como soporte la persona que está haciendo el trabajo”, indica.
“Puede ser que el vehículo por descuido pasó y se lo llevó, puede ser un rayo que cae en el poste, puede ser que un ave empieza a picotear la cara o el ojo a la persona y eso hace que pierda el equilibrio, hay todas las probabilidades que puedan existir, hasta un desmayo de una persona que tiene problemas de presión alta”, agrega.
Se requiere de capacitación
Según el experto, este tipo de trabajos, por el riesgo que representan, requieren que los trabajadores se capaciten en rescate y primeros auxilios antes de ir al terreno, así como la supervisión constante de los subcontratistas.
“Si vas a hacer un ascenso y descenso debés poseer un plan de emergencia o por lo menos hasta los números de los Bomberos y de la Cruz Blanca, para que ellos vayan a atender la situación de riesgo, recuerden que es un humano que está colgado, puede haber sinnúmero de elementos, como lluvia, síndrome del arnés, un problema en la línea de vida, que puede romperse”, destaca Rodríguez.
Una tragedia que dejó luto y dolor
El pasado miércoles Rafael Enrique Ramos Moreira, de 43 años de edad, técnico de una empresa subcontratista murió en una sala de operaciones en un hospital de Managua tras ser embestido violentamente por el taxi que conducía Ander Isaac Jarquín Urbina, de 19 años cuando instalaba un tendido eléctrico en la Garita Norte en el municipio de Tipitapa.
El compañero de labores del técnico, Carlos Adán Rodríguez, quien se encontraba arriba de una escalera en el poste del tendido eléctrico, también recibió el impacto del taxi y quedó suspendido en el aire solo con su arnés de seguridad.
El hombre fue llevado grave a un hospital debido a la fuerte descarga eléctrica que recibió producto del choque.
El taxista iba a exceso de velocidad e irrespetó el cono y la señal de advertencia que había sido colocada. Además de los dos técnicos, cinco pasajeras, un niño de 3 años de edad y otros trabajadores resultaron lesionadas en este percance vial.