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Maltrato de hijos a padres, así los castiga la ley en Nicaragua
La ley los castiga con 1 a 12 años de cárcel, según un experto.
La violencia que ejercen algunos hijos mayores de edad hacia sus padres a través de agresiones físicas o psicológicas, es un delito que el Código Penal en Nicaragua castiga con 1 a 12 años de cárcel, y puede generar que el hijo o hija agresor reciba una orden de alejamiento del hogar, según el abogado Víctor Somarriba.
“Si se interpone la denuncia y están todos los elementos de prueba y el Ministerio Público lo solicita puede ser que saquen al agresor de la casa, independientemente de la titularidad de la propiedad, no importa si la casa está a nombre de él o ella, no debe sacar nada hasta que haya una sentencia y se determina que se va a hacer”, insistió.
En estos casos de considerarse como agravante cuando el hijo o hija, además de agredir a su progenitor, lo expulsa de su vivienda, puesto que le deja en estado de abandono, violentando la Ley del Adulto Mayor y el Código Penal.
“Es una persona vulnerable, no es como que sea un chavalo y lo mande fuera de su casa, estamos hablando de una persona que ya no tiene la misma fuerza, ya no tiene más energía y quizá tenga alguna enfermedad, esto puede configurarse en el tipo penal de abandono de persona y de exposición de personas al peligro”, expresó el especialista.
Factores que generan violencia
Según psicólogos y psiquiatras, algunos factores pueden llevar a un hijo a ejercer violencia contra su padre o madre, como haber sido objeto de métodos disciplinarios abusivos durante la infancia, entre otras razones que pueden ser corregidas.
El psicólogo Óscar Miranda, explicó que estos métodos de violencia y maltrato intrafamiliar que pudo haber aprendido en la infancia las puede replicar en cualquier otro familiar.
“Aquí si estamos hablando de un tratamiento crucial, porque ya es casi como una adicción en la persona la violencia, debe integrarse a un tratamiento arduo de control de los impulsos y de la conducta, con el adecuado tratamiento y seguimiento que no dura meses, duran muchos casos años tras años, vamos a tener los resultados brillantes”, puntualizó.
La psiquiatra Gioconda Cajina, aseguró que un reto en Nicaragua es que no existen reformatorios de menores de edad para corregir desde la adolescencia cualquier conducta violenta hacia los padres de familia.
Recientemente, se viralizó en redes sociales un video que muestra a una mujer de 86 años, habitante de Bello Horizonte en Managua, pidiendo auxilio entre gritos y llantos, tras supuestamente ser agredida por su propio hijo, quien andaba bajo los efectos de las drogas.
María Elena López relató que el señalado, de 68 años, no solo la insultó, sino que también empujó a su esposo, provocándole una herida en el ojo izquierdo.