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Proponen reorganización territorial para aumentar el ahorro público en Nicaragua

Un economista considera que reducir el número de municipios permitiría disminuir el gasto corriente.


En un contexto económico global marcado por la inestabilidad y la presión fiscal, el estado de Nicaragua podría fortalecer su capacidad financiera interna mediante una reorganización de su estructura territorial.

Así lo plantea el economista Guerson Salgado, quien considera que reducir el número de municipios del país permitiría disminuir el gasto corriente y liberar fondos para inversión pública, sin comprometer los servicios esenciales a la población.

Salgado argumenta que Nicaragua mantiene una estructura administrativa sobredimensionada, con 153 municipios distribuidos en un territorio de 130.373,5 mil kilómetros cuadrados y una población de 6,824 millones de personas.

Desde su perspectiva, esta fragmentación territorial genera duplicidad de funciones, gastos en salarios, logística y operaciones administrativas que podrían reducirse significativamente si se fusionaran ciertos municipios.

Pone como ejemplo localidades como Masaya y Nindirí, donde no se perciben límites claros entre un municipio y otro, así como otras zonas como Diriá y Diriomo, o Ciudad Sandino, Ticuantepe y Managua donde los territorios están unidos por una misma carretera o comparten infraestructura y dinámicas urbanas.

Para Salgado, estos casos muestran el potencial de unificar administraciones sin afectar la cobertura de servicios básicos como salud, educación o seguridad ciudadana.

Para optimizar funcionamiento

Explica que no se trata de reducir la presencia del Estado, sino de optimizar su funcionamiento. Señala que, si se mantienen los centros de salud, escuelas, estaciones de policía y otros servicios, pero se eliminan cargos duplicados como alcaldes, vicealcaldes, concejales o delegados municipales, se podría obtener un ahorro inmediato en el presupuesto nacional.

Aclara que estos recursos podrían invertirse directamente en infraestructura, agua potable, caminos, hospitales y otros proyectos de desarrollo social.

Salgado sostiene que esta propuesta no es nueva ni ajena a la historia del país. Recuerda que en Nicaragua ya existen casos de fusión territorial, como el del municipio El Tuma-La Dalia, que anteriormente estaba dividido en dos, o el caso de La Concepción y San Juan de La Concepción, que comparten administración pese a estar en zonas diferentes.

Además, menciona que otras naciones han implementado este tipo de reformas con éxito, como Dinamarca, Grecia, Japón, Finlandia y recientemente El Salvador, que redujo sus municipios de 262 a 44.

Desde su enfoque, reorganizar el mapa municipal también permitiría armonizar los planes fiscales locales. Destaca que Managua, por ser la capital política y económica, cuenta con un plan de arbitrios más estructurado que podría extenderse a zonas aledañas si se amplía su jurisdicción, lo cual favorecería la atracción de inversiones.

Esta reorganización podría incluso facilitar el trabajo de la Contraloría General de la República, al haber menos alcaldías que supervisar.

Otro aspecto que resalta es la necesidad de adecuar la representación política local a la realidad demográfica actual. Señala que la ley establece un número fijo de concejales por municipio, pero que, al aumentar el tamaño poblacional de los nuevos territorios fusionados, se podrían reducir estas cifras sin afectar la representación ciudadana, especialmente en una época donde las tecnologías permiten mantener el vínculo con la población de manera más eficiente.

En palabras del economista, esta estrategia permitiría modernizar la gestión pública, fortalecer la disciplina fiscal y, sobre todo, aumentar el ahorro interno del Estado.

Considera que este tipo de decisiones debe analizarse desde un punto de vista técnico, y que su implementación podría iniciar de forma gradual, generando resultados concretos en el corto y mediano plazo.

“Esta no es una propuesta para debilitar al Estado, sino para fortalecerlo. No se trata de despedir personal médico, maestros o policías, sino de reducir el aparato administrativo que se ha vuelto costoso e innecesario en muchos casos. Eso nos permitiría destinar más recursos donde realmente se necesitan”, concluye el experto.

Para el especialista, Nicaragua tiene la oportunidad de avanzar hacia un modelo de gestión más eficiente y con mayor capacidad de inversión. Una reorganización territorial, asegura, podría ser una de las claves para garantizar la sostenibilidad económica del país y responder mejor a los desafíos del futuro.