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Delito registrado en Ticuantepe reaviva debate sobre penas para adolescentes

Profesionales del derecho analizan medidas que deben establecerse en el Código de la Niñez y Adolescencia de Nicaragua.


El presunto homicidio contra un adolescente de 16 años de edad, tras ser agredido por otro menor de edad y varios sujetos el pasado viernes 11 de julio, en Ticuantepe, ha reavivado el debate entre profesionales del derecho sobre las penas que actualmente estipula el Código de la Niñez y Adolescencia de Nicaragua en estos casos, pues hay quienes consideran que deben reformarse.

El crimen, que presuntamente fue motivado por los celos, se registró durante una corrida de toros en las cercanías del bazar municipal de Ticuantepe, departamento de Managua.

El victimario con otros acompañantes emboscó al fallecido y con un cuchillo le propinó al menos dos estocadas, una de ellas mortal al perforarle el pulmón, según información preliminar.

El abogado experto en derecho penal, Norman Moraga, explica que en ciertos casos donde se demuestre que el adolescente planificó el crimen, las penas deberían elevarse al menos a 10 años de prisión.

“En esa reforma al Código de la Niñez y la Adolescencia en su artículo 202 se podría plantear que la pena máxima de 10 años, sea exclusivamente para delitos graves como violación, homicidios, asesinatos o parricidios y que se demuestre que hubo una alevosía y otros componentes”, declara.

Reforzar atención

La abogada Karla Nicaragua, asesora legal de la Asociación Infantil Quincho Barrilete (AQB), apunta a que se refuerce la atención psiquiátrica a los adolescentes que hayan cometido un delito grave para detectar algún problema a largo plazo, pero no ve conveniente que aumenten las penas.

“Hay que detectar si se trata de una persona sociópata, que es un trastorno que hace que la persona no tenga ningún remordimiento cuando causa daño, eso es importante porque al momento de su reinserción social debemos valorar si necesita algún tratamiento”, asevera.

Según la experta, no se puede pedir la misma racionalidad a un adolescente que a un adulto mayor.

“Un mayor de edad al sentir celos, dolor e irá puede canalizarlo, mientras que a un adolescente no le podemos pedir eso”, indica Nicaragua.

Actualmente, en Nicaragua, la medida de privación de libertad en un centro especializado para adolescentes, tiene una duración máxima de seis años, sin importar el delito que este haya cometido.