José María Barahona, conocido como "Chema Pelón" / Foto: Lorenzo Vega Sánchez

José María Barahona, conocido como "Chema Pelón" / Foto: Lorenzo Vega Sánchez

Tradicionalistas y promesantes preparan sus altares y atuendos para fiestas en honor a "Minguito"

Este 31 de julio, la imagen bajará de su retablo en Las Sierritas de Managua.


Devotos y tradicionalistas preparan sus altares y los atuendos que utilizarán para cumplir sus promesas a la diminuta pero milagrosa imagen, que este 31 de julio bajará de su retablo en Las Sierritas de Managua.

Con 50 años de celebrar el tradicional "Palo Lucio" en honor a Santo Domingo de Guzmán, José María Barahona, conocido popularmente como "Chema Pelón", es el último tradicionalista con vida que forma parte de fiesta religiosa y popular.

El "Palo Lucio" se realiza todos los años en las inmediaciones de la Rotonda Cristo Rey en Managua, siendo el cumplimiento de una promesa de parte de Barahona por sanar a su hija Francis.

“Recuerdo que la idea la copié de Masaya, hay una fiesta popular que también tiene como tradición el palo lucio, yo me dije, ´bueno, yo lo puedo replicar en Managua´, así nació el pago de mi promesa”, cuenta.

Tradicional palo lucio ya luce arreglado

Los premios han variado, puesto que antes entregaban canastas básicas, ahora son electrodomésticos, como cocinas, arroceras, abanicos y más, según Barahona.

“Siempre ganan los participantes, si ninguno alcanza el premio en el palo lucio, igual entre algunos participantes se reparten los premios”, comenta.

“Calculamos unos 700 nacatamales que serán repartidos en estas fiestas, además tendremos indio viejo y chancho con yuca, la primera repartición es a mediodía del 31 de julio con personas de la tercera edad que nos visitan, el resto se reparte en la noche”, indica Eduardo Barahona, hijo de “Chema Pelón”.

Prepara su altar a "Minguito"

Más hacia el norte de Managua, en el barrio Carlos Reyna, Wilbort Paul Rivera Ocón, también se prepara, porque cada año participa en todas las fiestas en honor a "Minguito", pero especialmente los 31 de julio, día de la tradicional bajada y los 11 de agosto, día del cierre de la fiesta, lo hace cargando un pequeño altar sobre su cabeza.

Rivera invierte de 50 a 100 dólares cada año para preparar la peaña donde carga al patrono popular de Managua, una herencia familiar que quiere continuar preservando de generación en generación.

El joven de 18 años de edad, afirma que este día el arreglo está inspirando en el lema oficial de las fiestas "Peregrinos de Esperanza" y el color de las flores y la colocación de cada una de ellas son una réplica de las festividades del 2008.

“Yo tengo que idear mi arreglo un mes antes, comprar flores y demás objetos que le vaya a agregar, cada año tiene que ser un arreglo distinto y muchas veces he copiado las peañas que lleva el santo original, es como una réplica”, señala.

Foto/Lorenzo Vega Sánchez

Son incontables las intercesiones ante Dios que han sido realizadas por Santo Domingo, las que ha visto reflejadas incluso en la salud en sus seres amados, comentó Rivera.