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Población de Guardabarranco en disminución
En Nicaragua existen alrededor de seis especies, siendo la más representativa el Eumomota superciliosa.
El Guardabarranco, ave nacional de Nicaragua y símbolo de identidad para los nicaragüenses, enfrenta una acelerada disminución de su población en las zonas urbanas debido a la pérdida de su hábitat natural, así lo advierte Eduardo Sacasa,experto en flora y fauna, quien señaló a la deforestación y al avance de proyectos habitacionales como principales causas.
“El Guardabarranco hace sus nidos en paredones de tierra, pero cuando entra la maquinaria para emparejar los terrenos de construcción, estos sitios desaparecen, destruyendo también los lugares de anidación”, explica.
Agrega que, aunque en las áreas rurales la deforestación representa un riesgo, la mayor vulnerabilidad se registra en las ciudades, donde la especie convive más cerca del ser humano.
El especialista recordó que hace algunos años era común ver guardabarrancos en distintos puntos del país, pero hoy su presencia se ha reducido significativamente. “Tenemos que hacer conciencia y recordar con orgullo que es nuestra ave nacional”, enfatiza.
Seis especies
Por su parte, Marvin Torrez, director técnico del Centro de Investigación, Capacitación y Formación Ambiental (Cicfa), y especialista en aves, detalla que en Nicaragua existen alrededor de seis especies de guardabarrancos, siendo la más representativa el Eumomota superciliosa, la misma que se observa principalmente en el Pacífico y en el Corredor Seco.
“Es un ave adaptada a zonas semiáridas, bordes de bosque y áreas periurbanas. Se alimenta principalmente de insectos, pero también puede cazar pequeñas lagartijas o culebras. En Managua se observa con frecuencia en las periferias y zonas de matorrales”, indica.
No está en peligro de extinción
El experto aclara que, aunque la especie no está catalogada en peligro de extinción ni figura en la lista roja de aves amenazadas, sí requiere de medidas de protección y respeto, sobre todo porque está resguardada por la ley al ser un símbolo patrio.
Torrez destaca que la población juega un papel clave en su preservación: evitar molestar a las aves, no destruir sus nidos, y educar a los niños para no utilizar tiradoras contra ellas.
“No se trata de una emergencia, pero sí de un llamado a la conciencia ciudadana, porque esta ave representa nuestra identidad y patrimonio natural”, subraya.