Foto: Cortesía

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Tico que privó de la vida a nicaragüense vuelve a la cárcel

Ambas partes están solicitando una recalificación del delito.


El costarricense Eduardo Ramírez Zamora, que privó de la vida a su vecino, el nicaragüense Otoniel Orozco Mendoza, volvió a la cárcel para cumplir su condena de 20 años.

El sujeto se encontraba bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica debido a que se había sometido a una intervención médica que requería cuidados especiales.

Ramírez disparó contra Otoniel en 14 ocasiones, el pasado 3 de junio de 2024, durante una pelea en el Condominio Río Palma, ubicado en Guachipelín de Escazú, en Costa Rica.

Una disputa relacionada con el suministro de agua motivó al costarricense de 43 años a dispararle a Orozco Mendoza, un hombre de 53 años y padre de cinco hijos.

Pedirán recalificación del delito

Ramírez Zamora se sometió a un procedimiento especial abreviado en diciembre de 2024, en el cual admitió haber disparado contra la víctima, por esa razón, se le impuso el delito de homicidio calificado.

Sin embargo, el sentenciado y su defensa habían apelado la condena, pidiendo sea recalificado el delito como "homicidio en estado de emoción violenta", pero el recurso fue rechazado por el Tribunal de Apelación la semana pasada.

Ahora planean interponer un recurso de casación, último mecanismo disponible para intentar anular la condena, señaló Rodrigo Araya, abogado de la familia de Otoniel.

El abogado Kenthyn Téllez, nombrado por la familia de la víctima como vocero y representante legal en Nicaragua, expresó que también solicitarán sea impuesta la xenofobia como una agravante dentro del delito del asesinato, lo que podría generar una extensión de la condena a 35 años de cárcel.

Alivio para la familia

La familia de Otoniel se mostró aliviada con esta decisión, según medios locales, porque a pesar del tiempo transcurrido, aún están consternados y sufriendo.

“Hoy recibo con gratitud la noticia de que el asesino de mi esposo, ese tipo que hizo algo tan atroz, está nuevamente en la cárcel, que es el lugar donde debe permanecer por muchos años. Sé que nada de esto le devolverá la felicidad a mi familia, pero es un sentimiento que me hace volver a creer en la justicia que mi familia necesita en este país”, comentó al medio costarricense CR HOY, Lilliam Avendaño, viuda de la víctima.