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El tráfico en horas pico afecta la salud mental de los conductores
Algunos trastornos mentales deberían ser motivo de restricción para conducir, dice psicólogo.
Conducir en horas pico en Managua se ha convertido en una experiencia estresante para muchos conductores, quienes deben lidiar con el calor, el tráfico y la presión de llegar a tiempo a su destino.
“El tráfico desespera. La gente anda apurada, pero hay que tomar las cosas con calma, porque no ganamos nada con andar afanados”, opinó Pedro Urbina, conductor capitalino.
Para Uriel Meza, otro automovilista, el problema se agrava con la impaciencia y el comportamiento de algunos motociclistas. “Uno se estresa bastante, muchos comienzan a pitar, y eso solo empeora el ambiente”, comentó.
Expertos advierten que esta situación puede tener consecuencias negativas en la salud mental, tanto de conductores particulares como del transporte colectivo.
El psicólogo clínico Ludendort Suce explicó que la combinación del clima caluroso, los problemas personales y la tensión al volante puede generar cuadros de estrés y ansiedad.
“El conductor carga con una presión psicológica que se intensifica al manejar. A eso se suma el ruido constante, los reclamos de los pasajeros y el tráfico pesado. Todo eso dispara la ansiedad y puede provocar accidentes”, señaló.
¿Quiénes no deberían conducir?
Suce destacó, además, que algunos trastornos mentales deberían ser motivo de restricción para conducir.
“Las personas con trastornos obsesivos compulsivos, hiperactividad o bipolaridad no deberían tener licencia, especialmente quienes se encuentran en fase maníaca, porque se vuelven temerarios y representan un riesgo”, advirtió.
Tanto el especialista como una escuela de manejo concuerdan en que las autoridades de la Dirección de Seguridad de Tránsito Nacional, a través de la valoración y diagnóstico psicológico que se aplica a los postulantes a licencia, deben considerar los trastornos mentales ya mencionados como motivo de restricción para conducir.
En ese sentido, María Acevedo, directora de la escuela de manejo Eben-Ezer, subrayó la importancia de evaluar la salud mental antes de otorgar una licencia.
“En cada matrícula preguntamos si la persona tiene algún problema de salud. Hemos tenido estudiantes con autismo o hiperactividad, y se requiere paciencia, tolerancia y educación emocional para enseñarles a conducir.
El carácter y el temperamento se deben dominar, porque la conducción implica convivir con otros en la vía”, explicó.
Acevedo también indicó que la salud mental del conductor empieza en el hogar.
“No solo se trata de saber manejar, sino de comprender nuestras emociones antes de subir al vehículo. Las evaluaciones psicológicas previas, como las que realiza la Cruz Blanca, son esenciales para determinar si alguien está apto para conducir”, añadió.
Una de las principales recomendaciones que brindan las escuelas de manejo en este tema es conducir a la defensiva, ser empáticos con los demás conductores y, sobre todo, cuidar la salud mental para evitar que el estrés al volante termine afectando la seguridad de las personas en las vías.