Ana María Selva, creadora de Wonder Age Nicaragua / Elizabeth Reyes

Ana María Selva, creadora de Wonder Age Nicaragua / Elizabeth Reyes

La idea “descabellada” que se convirtió en un modelo de negocio

Una licenciada en Relaciones Internacionales decidió emprender a través de la enseñanza


La necesidad de tener un empleo llevaron a Ana María Selva a transformar su carrera de Relaciones Internacionales en enseñanza, un proyecto que cambió su vida por completo.

Hace ocho años, Ana María decidió que era el momento de emprender y lo hizo creando un kínder bajo el nombre de Wonder Age, en donde enseña a más de 60 niños y niñas.

Ana María proviene de una familia de educadores, su papá y su mamá son docentes de profesión y por pasión, sin embargo la idea de poner un Kínder sonaba un tanto descabellada para algunos, sobre todo, porque cuando surgió la idea hacía falta el dinero para la inversión.

“Fuimos fundados en el año 2008 y actualmente tenemos 11 años de estar funcionando como educación inicial. Yo en ese momento estaba concluyendo mi primer carrera universitaria y me encontraba como muchos jóvenes de nuestro país en aquel dilema de qué voy a hacer ahora”, recuerda Ana María.

Alumnos de Wonder Age.

A pesar de los obstáculos Ana María nunca se dio por vencida, su fe en Dios le permitió ver grandes oportunidades en un proyecto que inició con siete niños y que ahora cuenta con dos sucursales en Managua.

A través de Wonder Age, Ana María también se ha dedicado a brindar becas a niños de escasos recursos y también brinda la oportunidad a jóvenes profesionales de desempeñarse como docentes.

“Wonder Age me ha brindado muchas formas de capacitación en las que he crecido profesionalmente, desde el hecho de cómo pararme ante un salón de clase, cómo impartir, cómo hablar, qué estrategia utilizar para que la enseñanza a los niños sea integral”, cuenta Ana María.

La situación política que se desencadenó en el país en abril del 2018 obligó a Ana María a reinventar su negocio, reduciendo gastos sin tener que prescindir del personal que siempre la ha apoyado para que el proyecto se mantenga.

“Hay que sacar lo que te estanca, hay que sacar lo que te impide creer en vos misma. Entonces al creer en lo que sos capaz de hacer podés tener éxito de inicio a fin”, finalizó Ana María Selva.

Wonder Age, enseñanza bilingüe y educación cristiana, cuenta ahora con dos sucursales, una en Villa Santa María y otra en Residencial Dorado.