Comerciantes del pólvora con altas expectativas para esta temporada / Lorenzo Vega Sánchez

Comerciantes del pólvora con altas expectativas para esta temporada / Lorenzo Vega Sánchez

Artesanos de Managua relatan los secretos en la elaboración de pólvora

20 años dedicados a la creación de pólvora, una familia de Managua relata la experiencia en esta labor


Artesanos de Managua se preparan para ponerle el toque de pólvora a las fiestas navideñas, por lo que desde ya redoblan esfuerzos para tener los productos finalizados y atender la demanda de la población, quienes por tradición cada fin de año conmemoran sus celebraciones con fuegos artificiales.

La prohibición que persiste por parte de la Policía Nacional, para que no fabriquen morteros artesanales y carga cerrada de vara, empujó a los artesanos de pólvora a innovar en sus productos.

“Se le hace a la población un combo con todo lo que si podemos hacer, para que se vayan satisfechos a su casa y con el mismo precio del año pasado, ahora les damos más cohetes, cohetes de luces y hasta toros encuetados, seguimos produciendo la misma cantidad”, expresó Juan Ramón Galán, propietario del taller Concepción de María.

La mezcla de cloro, azufre y aluminio, que conforman la materia prima volátil para fabricar los fuegos pirotécnicos, se han encarecido este año, pero ni eso detiene a estos artesanos.

“El clorato de sodio subió 200 córdobas el saco, el azufre cuesta 300 córdobas más y hasta el carbón natural antes costaba 15 ahora cuesta 20 córdobas la libra”, aseguró Galán.

Todos los fuegos pirotécnicos se elaboran de manera artesanal, en la fábrica de la familia Galán, la cual tiene 20 años de existencia y donde su propietario Ramón, junto a su esposa, sobrinos, su hermana e hijos, trabajan de manera ardua en este oficio.

En la fábrica de la familia Galán, su producto estrella son los cohetes.

“La primera parte es la que a mí me corresponde, yo relleno la “chimbombeta” con la pólvora, que es la que se coloca en los cohetes una vez que está amarrado”, explicó Verónica Galán, hermana del propietario.

El segundo paso es ejecutado por su hijo, Alexander Galán, quien una vez amarradas las “chimbombetas”, las mete en papel craft y las enrolla, para convertirlas en bombas.

Según los artesanos, la parte esencial del cohete es el carrizo, el que lleva la materia volátil compuesta y la arena que le da altura a este producto.
“El carrizo va relleno de salitre, azufre y carbón, esto conforman los elementos que explotan en el aire, por supuesto no se puede olvidar echarle tierra, que es lo que permite que el cohete se eleve”, manifestó Oscar Parrales trabajador del taller.

Una vez armada la bomba y el carrizo, el proceso final y el que pareciera el más sencillo, es agregarle la varilla y es así como queda finalizado el cohete.

Para elaborar el cohete con luces, el proceso es un poco distinto. En el taller de la familia Galán desde 1984 es Oscar Danilo Parrales, quien tiene la responsabilidad de hacer este producto, luego de que su padre le heredó esta habilidad.

“Clorato de potasio, aluminio blanco y un poco de escarche, en este caso blanco, es lo que conforman la materia prima de mi trabajo en el taller, una vez que los mezclo con almidón, sin nada de agua, ya lo puedo dejar de dos a tres días en el sol, para que puedan ser agregados al cohete”, explicó Parrales.

Estos artesanos tienen buenas expectativas de ventas, pese a las prohibiciones emitidas por las autoridades del orden público, las cuales no les permitieron vender los productos que eran más demandados en la temporada.

“La pólvora es el sinónimo de alegría de las fiestas de diciembre, entonces sabemos que por la tradición si vamos a vender, por eso mantenemos el precio de la docena de cohete a 200 córdobas”, enfatizó el propietario de la fábrica de cohetes.
La fábrica de cohetes Concepción de María, se ubica en la comarca Pochocuape, en el Distrito III de Managua.