Héctor Escobar / VOS TV

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Rómulo, el ingeniero civil que perdió su vista, pero no su sueño de salir adelante

A través de la lectura y aprendizaje del braille desea crear un libro para facilitar la vida a personas con discapacidad visual.


Rómulo Vallecillo, es un profesional de la ingeniería civil, que a causa de un glaucoma hace ocho años perdió su visión, pero ahora lucha por su independencia y por apoyar a otros con su discapacidad visual a través del aprendizaje del lenguaje braille.

El glaucoma es un grupo de enfermedades de los ojos que pueden causar pérdida de visión y ceguera al dañar el nervio ubicado en la parte de atrás, conocido como nervio óptico.

En un inicio no tenía independencia para movilizarse por Managua, pero de poco se fue familiarizando con los sectores recorridos cuando aún conservaba, ahora desde dos años estudia en el Centro de Formación Cultural para Personas Ciegas (C.F.E.C.), donde está aprendiendo el sistema braille, que le permita leer y escribir a través del tacto.

“Desde 1976 llevo peleando con la enfermedad, pero hasta hace unos 8 años ya completamente perdí la vista, pero no perdí mi lucha espiritual, no quise quedarme de brazos cruzados, ahora estudio braille, porque mi sueño es hacer libros profesionales al estudio del braille para las futuras generaciones, quiero que tengan bases más sólidas para aprenderlo más rápido, si tienen alguna dificultad visual”, dijo Vallecillo.

Rómulo afirma que al aprender el sistema braille pudo lograr retomar sus actividades profesionales, puesto que es solo su visión la afectada.

“Yo miro la luz, pero no distingo siluetas, yo sé que estás a mi lado izquierdo por el oído, porque desarrollé el oído y el olfato una vez perdí mi vista, yo puedo sentir olores muy sensibles que talvez cualquier persona que tiene todas sus capacidades físicas no lo puede hacer”, indicó.

Ramiro Salvatierra, también no vidente, docente de Rómulo y de otros tres estudiantes, cataloga que ha sido fructífero el año, porque a pesar de que al inicio les costaba aprender, han demostrado deseos de superación.

“La gente tiene la creencia que el ciego solo puedo andar pidiendo en la calle y tocar un instrumento, pero ya hemos demostrado que estudiamos y que podemos desempeñar un trabajo como cualquier persona, de nuestros estudiantes acá hemos sacado compañeros que ahora son maestros en universidades, fisioterapia han aprendido muchos y siempre estamos dentro de la sociedad, estamos dispuestos a trabajar y aprender algo en la vida que sea útil”, añadió.

Matrículas abiertas

Al igual que Rómulo, varios estudiantes asisten al C.F.E.C que ofrece alfabetización del sistema braille, reforzamiento en primaria y niveles de secundaria, como parte de su pensum y como requisito de inscripción únicamente debe tener la discapacidad visual.

Alicia Palacios, directora del C.F.E.C, expresó que actualmente ya están abiertas las matriculas hasta el 15 de diciembre y luego del 16 de enero se vuelven a reabrir de forma permanente, debido a que entienden que la discapacidad visual se presenta en el nacimiento o durante el curso de la vida.

“La educación especial es casi personalizada, porque son seis estudiantes apenas por cada curso, eso permite que el aprendizaje sea mejor, antes eran hasta 50 estudiantes por cursos, ahora son de cinco a seis”, refirió.

Otras materias disponibles en este centro son las enseñanzas de las técnicas de orientación y movilidad utilizando el bastón blanco, curso de ortografía, computación, capacitaciones en cultura general y formación laboral en elaboración de artesanías.

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