Foto Cortesía.

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Vacunas contra el Covid-19: ¿qué tan cerca se está de una cura eficaz?

Expertos trabajan contrarreloj en una vacuna contra el coronavirus.


Han transcurrido 7 meses desde que el mundo sucumbió ante la pandemia del coronavirus o Covid-19, y la comunidad científica, centros de investigación, agencias gubernamentales, industria farmacéutica y universidades luchan en una carrera contrarreloj sin precedentes en la historia para encontrar lo antes posible una vacuna.

Los más optimistas esperan que la vacuna contra la Covid-19 esté lista a finales de este año o en un periodo de 18 meses.

Este esfuerzo global es el más importante en la historia de la civilización humana, según Cuauhtémoc Ruiz, jefe de inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pues en términos normales desarrollar una vacuna puede tomar entre 10 a 15 años, entre investigaciones de laboratorio, ensayos pre clínicos y ensayos de efectos.

Actualmente, hay 170 vacunas en proceso, 24 están en estudios de campo clínico y 3 de ellas son las más avanzadas, explicó Ruiz.

Francis Collins, prestigioso genetista y jefe de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses (NIH por sus siglas en inglés), en declaraciones a la revista Time, se mostró optimista el pasado viernes al señalar que “los primeros resultados de la vacuna del Covid-19 parecen realmente alentadores”.

El fármaco al que Collins se refirió es el mRNA-1273 desarrollado por la compañía farmacéutica Moderna y que se encamina ya a la fase 3, luego de haber demostrado una fuerte respuesta inmunitaria en 45 pacientes voluntarios que participaron en el primer ensayo clínico.

En esta tercera fase, será probada en 30,000 participantes que serán vacunados con 100 microgramos del fármaco y dosis aleatorias similares de placebo.

“Los datos de la Fase I parecen realmente alentadores de que estas son vacunas que generan fuertes respuestas de anticuerpos”, manifestó Collins.

Sobre las dudas que giran en torno a la seguridad que tendrá para el ser humano la vacuna final por su acelerado proceso de producción, Collins aclaró que “la forma en que esto va tan rápido no compromete el rigor de esos ensayos definitivos que dirán si una vacuna funciona o no”.

Por su parte Ruiz, expresó que la comunidad científica se ha enfrentado al reto de desarrollar una vacuna sin tener una estructura tecnológica.

“Para la pandemia de influenza de 2009 ya se habían desarrollado vacunas, existía la estructura tecnológica para hacer la vacuna y lo que hicimos fue ponerle una nueva cepa de virus, el H1N1, en el caso de la vacuna coronavirus no existe una estructura como tal”, explicó.

Para la vacuna contra el coronavirus Ruiz afirmó que “se han hecho varias estructuras tecnológicas para tener una vacuna, vacunas que se hacen a partir de virus muertos o inactivados, vacunas que se hacen a partir de partículas proteicas del virus, vacunas que se hacen a partir de ácidos nucleicos o vacunas que se hacen usando otros virus como vectores”.

Parte de las interrogantes que científicos se hacen en esta etapa de investigación es si la vacuna tendrá o no el mismo efecto en todas las personas: niños, adultos y mujeres embarazadas, y cuál será su nivel de seguridad.

“No sabemos ahorita si la vía de administración de las vacunas va a ser nasal, subcutánea, intramuscular. No sabemos si va a requerir una dosis o dos dosis, cuánto tiempo de protección va a dar, si vamos a necesitar dosis de refuerzo o no vamos a necesitar dosis de refuerzo”, comentó Ruiz.

Otras preguntas que están en análisis son si la vacuna tendrá efectividad para toda la población o sólo en una parte, y, por otro lado, cuántos billones o miles de millones de dosis deben producirse en todo el mundo para ser aplicadas.

De acuerdo a Ruiz, “la estructura que se tiene en este momento no permitiría tener en diciembre o enero los miles de millones de dosis que requerimos a nivel global, entonces habrá todo un proceso de escalamiento en la producción y ahí es donde hay esfuerzos globales a través de la OMS y de otra serie de socios que están involucrados para crear un mecanismo global de acceso equitativo y oportuno a vacunas para todos los países”.

Expertos han calculado que para inmunizar a toda la población mundial se requeriría producir más de 7 mil millones de dosis.