Imagen referencial / Cortesía

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Madres con coronavirus pueden mantener lactancia de recién nacidos, afirma médico

Según el especialista, la lactancia materna no representa riesgos para los bebés


La Organización Mundial de la Salud (OMS) y médicos han recomendado a las madres con Covid-19 y que tienen bebé, no suspender la lactancia materna, ya que el beneficio que obtienen para ellas y su bebés es mucho mayor que el riesgo que pueda provocarle a la criatura, según el médico internista Neri Olivas.

Olivas explicó que, en el caso de los niños, el riesgo del Covid-19 es bajo y “en el caso de los lactantes es mucho menor, pues hay mucho menos riesgo de enfermedad grave en el niño que en las personas adultas, por lo tanto, no se justifica que suspendamos la lactancia materna”.

Debido a que la lactancia materna previene las enfermedades diarreicas agudas, la neumonía y otras enfermedades que ya ha padecido la mamá, también se aconseja mantenerla, según el galeno.

Además, porque tras el parto, el útero queda grande y el dar de lactar desde temprano ayuda a la madre a que su útero involucione, es decir a que regrese su tamaño natural. La lactancia también ayuda a disminuir el riesgo de cáncer de seno y de tener depresión post parto.

Cada año desde 1992, del 1 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna por iniciativa de la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en coordinación con la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) para crear conciencia y estimular la acción sobre temas relacionados con la lactancia materna.

Este año, la campaña se desarrolla bajo el lema “Apoyar la lactancia materna para un planeta más saludable" El tema se centra en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente, cambio climático y el imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para salud del planeta y su gente.

En este sentido, la OMS ha insistido a los gobiernos en que la inversión en la lactancia materna puede contribuir a salvar vidas infantiles, mejorar su salud y el desarrollo social y económico de las personas y países, sobre todo en el actual contexto de crisis sanitaria mundial.

“La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de abogar por la lactancia materna como una intervención de salud pública que salva vidas y previene infecciones y enfermedades en la población en general”, recomendó la organización.

En 1981 a través del decreto 912, Nicaragua fue el primer país de la región en tener una iniciativa para la promoción a de lactancia materna, según Kenia Grillo, diputada suplente del partido de Gobierno. No obstante, fue hasta junio de 1999 que este decreto se elevó a Ley, Ley 295 de Promoción, Protección y Mantenimiento de la Lactancia Materna y Regulación y Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.

Bajo esta Ley, el Ministerio de Salud (Minsa) ha desarrollado diversas estrategias para la promoción de la lactancia materna en Nicaragua según Grillo, como el fomento precoz del recién nacido, iniciativa creada en el Hospital Alemán Nicaragüense.

“También se han creado dos bancos de leche, uno en el Hospital Berta Calderón y el otro en el Hospital Ernesto Sequeira de Bluefields donde se promueve la donación voluntaria de la leche materna, que a través de un proceso de pasteurización se utiliza para alimentar a los recién nacido prematuros y de bajo peso al nacer”, dijo.

Otra de las estrategias, es la promoción de “la familia canguro” en la que se fomenta el contacto piel a piel del recién nacido con la madre y familiares.

Esto, favorece “la recuperación nutricional, la ganancia de peso, principalmente en los niños que nacen prematuros, desnutridos, y asi ellos permanecen menor tiempo hospitalizados”, concluyó.