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Cáncer de hígado, el de mayor impacto en la población nicaragüense

Influyen factores como la obesidad y el consumo de alcohol.


El cáncer de hígado tiene la tasa de mortalidad más alta en la población de Nicaragua. Además, es el segundo tipo de cáncer más frecuente en mujeres y el tercero en hombres, según explicó el Dr. Sergio López Tórrez, cirujano oncólogo hepatólogo del Hospital Vivian Pellas.

Este órgano, ubicado debajo de las costillas del lado derecho, tiene un peso aproximado de dos libras.

De acuerdo con el Dr. López, entre los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad se encuentran la obesidad, el consumo de alcohol, antecedentes de infecciones crónicas por hepatitis B y C, antecedentes familiares, así como la presencia prolongada de diabetes e hipertensión arterial.

El especialista advierte que debido a la falta de síntomas en las etapas iniciales, es importante que las personas principalmente con diagnóstico de cirrosis se realicen chequeos rutinarios al menos cada seis meses mediante ultrasonido, ya que tienen mayor predisposición a desarrollar tumores malignos.

Dr. Sergio López Tórrez, cirujano oncólogo hepatólogo (izquierda) y Dr. Julio Castillo, médico neuroradiólogo intervencionista (derecha)

Enfoque intervencionista y diagnóstico temprano

Por su parte, el Dr. Julio Castillo, médico neurorradiólogo intervencionista del Hospital Vivian Pellas, explicó que en el hígado pueden desarrollarse distintos tipos de tumores, tanto benignos como malignos. Los tumores malignos pueden ser primarios —es decir, que se originan en el mismo hígado— o secundarios, conocidos como metástasis, que provienen de otros órganos.

“El hígado graso puede ser una causa de cirrosis, y la cirrosis posteriormente puede generar un cáncer de hígado”, aclaró el Dr. Castillo.

Añadió que existen múltiples estudios para detectar y clasificar los tumores, aunque el ultrasonido es la herramienta inicial más común para el diagnóstico en la mayoría de los pacientes.

Una vez detectado el cáncer, las opciones de tratamiento dependen del tamaño y la localización del tumor, la condición del resto del hígado, la tolerancia del paciente a una resección hepática y su estado general. Las alternativas incluyen cirugía de resección, quimioembolización o, en casos de tumores pequeños, ablación por medio de una aguja que permite quemar el tumor a través de la piel.

Según el Dr. Castillo, la probabilidad de que un paciente con cáncer de hígado sobreviva está directamente relacionada con el estadio en que se detecta; mientras más pequeño se identifique el tumor, mayor es la esperanza de vida.

Pioneros en procedimientos de quimioembolización

La Clínica de Tumores Hepáticos y Vías Biliares del Hospital Vivian Pellas está conformada por un equipo multidisciplinario que asegura una atención integral a los pacientes en cualquiera de las etapas, desde el diagnóstico hasta su tratamiento definitivo y de seguimiento.

Son pioneros en la realización de procedimientos intervencionistas del hígado en Nicaragua y en 2009 realizaron la primera quimioembolización en el país.

Esta alternativa de tratamiento, de mínima invasión, “consiste en puncionar una arteria de la ingle del paciente y subir con unos catéteres hacia las arterias que alimentan el hígado y uno entra directamente en las arterias que están alimentando el tumor, una vez con el catéter ahí lo que hacemos es alimentar quimioterapia directa y al final obstruimos las arterias que están alimentando el tumor, a través de este procedimiento lo que nosotros obtenemos es la destrucción del tumor en un porcentaje importante”, manifestó el Dr. Castillo.