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El golpe de calor también puede ocurrir dentro de casa, advierte especialista

Las viviendas con techos bajos, de zinc y sin ventilación podrían influir en este problema.


Aunque comúnmente se asocia al golpe de calor con la exposición prolongada al sol o al ejercicio al aire libre en horas intensas de calor, esta peligrosa condición médica también puede desarrollarse dentro del hogar, especialmente en viviendas mal ventiladas o construidas con materiales que retienen el calor.

Así lo alertó el doctor Neri Olivas, médico internista, quien explicó que esta situación representa un riesgo real, sobre todo para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

“Esto se debe a que cuando la temperatura ambiental sobrepasa los 36.5 grados, el cuerpo ya no puede compensar el exceso de calor. Ya no hay sudoración, la piel se vuelve seca, la respiración se dificulta, y hasta una actividad doméstica como barrer o lavar puede desatar un cuadro grave”.

El golpe de calor ocurre cuando el sistema termorregulador del cuerpo falla. Según el especialista, esta descompensación afecta al sistema nervioso y cardiovascular: “Las arterias se dilatan, la presión baja, la persona se pone caliente, puede tener dolor de cabeza, incluso perder el conocimiento por un buen rato. Todo esto, aunque no haya salido de casa”.

Los más vulnerables

El especialista detalló que los más vulnerables ante esta situación son “las personas de la tercera edad, los niños recién nacidos, las personas con obesidad o enfermedades crónicas, como hipertensión. Por ejemplo, alguien que toma diuréticos pierde líquidos y electrolitos esenciales como potasio, sodio y bicarbonato, que ayudan a compensar el aumento de calor. Sin ellos, la persona es más propensa a sufrir una descompensación grave, incluso fatal”.

Además de las condiciones fisiológicas de las personas, el ambiente doméstico también juega un papel determinante.

El médico destacó que “las viviendas con techos bajos o de láminas de zinc, sin ventilación adecuada, con paredes metálicas o hacinamiento, son verdaderos hornos durante el día. En estas condiciones, el calor se acumula y puede convertirse en un riesgo mortal si no se toman medidas”.

Para prevenir este tipo de situaciones, el médico recomendó acciones sencillas pero efectivas, como abrir puertas y ventanas para permitir la circulación del aire, utilizar ventiladores, mantenerse hidratado y evitar actividades físicas en las horas de más calor.

“En casa uno puede refrescarse más fácilmente, andar sin zapatos, usar ropa ligera, buscar un lugar fresco. Pero muchas veces la gente no lo hace o no tiene las condiciones para hacerlo”, finalizó.