
Referencial
Decoraterapia, la disciplina que sana las emociones
Su propósito es profundizar en el bienestar mental, convirtiéndose en una herramienta terapéutica.
Hay momentos en los que el alma necesita un respiro, y aunque solemos buscarlo en terapias, viajes o actividades externas, pocas veces miramos con atención hacia el lugar donde pasamos gran parte de la vida: nuestro hogar.
La decoterapia, es una disciplina emergente que nos puede acompañar en ese proceso de transformación, donde se unen los principios del diseño de interiores y los conocimientos psicológicos capaces de crear espacios en refugios emocionales.
Su propósito es profundizar en el bienestar mental, convirtiéndose en una herramienta terapéutica que va más allá del gusto visual, los colores, las formas, la luz, los materiales y el orden de los ambientes, los cuales conducen a la influencia directa en nuestro estado de ánimo para aliviar emociones tales como la ansiedad, el estrés, la tristeza, la fatiga o la falta de motivación.
“La decoterapia construye lugares que no solo se ven bien, sino que se sienten bien”.
Decorar emocionalmente no responde a modas ni a estilos predefinidos sino a las condiciones y estilos de vida, que represente una versión de tus gustos, de tu historia y de tu vida cotidiana, en una casa donde puedas ser tú mismo, sin reservas, que te cuide, te nutra y sustente aún en esos días en los que no sabes cómo hacerlo.
Estrategias que puedes implementar para descubrir la sanación emocional
Simplifica la cantidad de elementos visuales optimizando su capacidad a lo esencial, a lo que merece espacio o atención según tus actividades cotidianas, ya que cuando un entorno se encuentra caótico o con sobrecarga visual de objetos pueden intensificar la saturación de emociones negativas, en cambio, cuando contiene armonía, orden y belleza significativa, nuestra mente lo interpreta como un lugar seguro en el que podemos sanar.
El orden es un gesto de amor, en el que no se trata de ser rígidos ni perfectos por el ritmo del movimiento, sino de liberar los espacios donde cada objeto tiene su lugar.
Integra el tono de los colores cuidadosamente, ya que es uno de los principales lenguajes emocionales del espacio y en su mayoría pueden causar estados de ansiedad si no se aplican los tonos adecuados según su utilidad.
Implementa los tonos suaves como el azul, el verde oliva o los beiges, ya ayudan a neutralizar el ritmo cardíaco, evocando la calma a través de la naturaleza: el cielo, el mar, los bosques.
Cuando el alma está cansada o apagada, un toque de color vital como un amarillo cálido, un coral tenue o una terracota pueden funcionar como ese rayo de sol emocional que emana alegría y energía al ser interior.
Aprovecha la luz natural como un elemento clave en esta terapia decorativa, ya que su efecto directo incide en el estado de ánimo. En habitaciones que reciben la luz del día nos invita a respirar más profundo y a despertar con más claridad.
Y por la noche, la iluminación artificial (lámparas de mesa, de piso, velas o luces de guirnaldas) puede instalarse como un recurso moderado que aportan calidez y la suavidad que invitan al descanso.
Renueva los materiales con los que habitas, ya que tienen un papel sanador por medio de la presencia de fibras naturales tales como la madera, el mimbre, el lino o las piedras, transmiten una conexión con lo orgánico.
Incluye aromas a través de los inciensos, velas o difusores, estos inducen estados de relajación y funcionan como catalizadores sensoriales dentro de los espacios.
El olfato está profundamente ligado a la memoria y las emociones, puede ser una llave silenciosa hacia estados de mayor calma y bienestar.
En un mundo acelerado, la decoterapia busca decorar con intención terapéutica espacios que sanen, reconforten y acompañen emocionalmente a quienes los habitan. Se trata de apreciar nuestro entorno como un reflejo de nuestro interior como una herramienta poderosa para transformarlo.
Arq. Débora Michelle Mendoza Peralta
Coaching Interiorismo
Tienda decorativa Destudio