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Aumentan casos de influenza, neumonía, dengue y malaria
La leptospirosis, por su parte, se mantuvo con un caso detectado.
Los casos de influenza, neumonía, dengue y malaria han incrementado significativamente en Nicaragua durante la primera semana de junio, de acuerdo con el más reciente informe epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsa).
Según las autoridades sanitarias, las infecciones respiratorias por influenza fueron las que más aumentaron, con un crecimiento del 30% en comparación con la semana anterior, totalizando 52 casos positivos. Le siguieron la neumonía, con un incremento del 20% y 1,531 personas afectadas; el dengue, con un alza del 14%, y la malaria, con un 10% más de diagnósticos, alcanzando 65 casos. La leptospirosis se mantuvo con un solo caso reportado.
“El invierno trae consigo condiciones que favorecen la propagación de virus y bacterias, como el aumento de la humedad, cambios bruscos de temperatura y la proliferación de criaderos de zancudos”, explicó el doctor Jorge Manzanares, médico general.
Añadió que la acumulación de agua y basura en las viviendas contribuye aún más a la expansión de enfermedades como el dengue, que es transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
Asimismo, el doctor Neri Olivas, médico internista, advirtió que muchas de estas afecciones podrían prevenirse si existiera mayor educación en salud y acceso a vacunas. “La influenza tipo B, por ejemplo, puede causar cuadros graves, especialmente en personas no inmunizadas. Lo mismo ocurre con la neumonía, que afecta principalmente a niños menores de un año y adultos mayores con defensas debilitadas”, indicó.
Olivas señaló que, además de los virus y bacterias propios de la temporada, hay factores sociales que inciden en la gravedad de estos brotes. “La falta de lactancia materna en los primeros meses de vida y una alimentación poco nutritiva son elementos que aumentan la vulnerabilidad”, detalló.
Ambos médicos coinciden en que estas cifras deben servir como una señal de alerta tanto para las autoridades como para la población. “La vigilancia epidemiológica permite detectar estos aumentos a tiempo, activar controles de foco y reducir el riesgo de nuevos contagios. Pero también se necesita una participación activa de la ciudadanía en la prevención”, subrayó Olivas.
Entre las recomendaciones claves para evitar la propagación de estas enfermedades están eliminar criaderos de zancudos, mantener la higiene en los hogares, garantizar la vacunación de los grupos vulnerables y fortalecer el sistema inmunológico con una alimentación adecuada.
Los especialistas también recuerdan que, aunque estos brotes suelen ser cíclicos y propios del inicio del invierno, las consecuencias pueden ser graves si no se actúa a tiempo.