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Heridas emocionales que pueden venir desde la infancia

Identificarlas es el primer paso para sanarlas, dice psicólogo clínico.


Si alguna vez has reaccionado de forma exagerada ante una situación aparentemente insignificante, sin entender por qué te afectó tanto, y te sentiste rechazado, abandonado o herido, incluso por personas que amas y te aman, sin una causa evidente, es posible que estés cargando con una herida emocional no resuelta.

Las heridas emocionales no siempre se ven, pero se sienten. Se esconden en la forma en que amamos, en cómo nos relacionamos, en nuestros miedos y mecanismos de defensa.

"Pueden venir de la infancia, de relaciones pasadas o de momentos donde nos sentimos poco amados y valorados", refiere el psicólogo clínico Yamil Cajina.

Recomendaciones

De acuerdo al especialista, identificarlas es el primer paso para sanarlas. "Si algo te duele más de la cuenta, si repites patrones tóxicos que están acabando con tu salud mental y, o si evitas conectar con los demás, enamorarte o hacer nuevos amigos por miedo a sufrir, debes prestar atención, probablemente ahí hay una herida que necesita ser vista y curada", refiere Cajina.

Recalca que sanar no es olvidar los procesos que se han tenido, es entender que siempre hay etapas difíciles y eventos traumáticos a lo largo de la vida, pero que también, "te corresponde solo a vos curarte, cambiar es necesario para vivir tus relaciones desde el amor sano y libre y no desde el temor".