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¡Dieta sí!, pero sin caer en extremos que puedan afectar la salud

Los ayunos prolongados sin supervisión profesional, es uno de los ejemplos de hábitos nocivos.


Una dieta saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que brinden al organismo, los nutrientes necesarios para estar pleno y tener la energía que el cuerpo necesita para cumplir sus funciones diarias.

La alimentación completa incluye las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales, refiere Karla Reyes, nutricionista.

Los regímenes alimentarios restrictivos, los ayunos prolongados sin supervisión profesional o la eliminación total de grupos alimenticios, son solo algunos ejemplos de hábitos nocivos que se pueden derivar en graves problemas de desnutrición y efecto rebote para la salud del cuerpo, que pueden terminar siendo más perjudiciales que beneficiosas.

Reyes resalta que es importante mantener un peso adecuado conforme la estatura, edad y estilo de vida para conservar el estado de la salud a largo plazo.

“Muchos pacientes llegan a la consulta creyendo que las dietas exigen comer menos, pero el secreto está en comer mejor y no reparar en la pérdida de peso como tal, sino en la perdida de grasa y el fortalecimiento de la masa muscular", dice la especialista.

Para, María de los Ángeles González, quien es paciente de Reyes, la decisión de acudir a una nutricionista marcó un antes y un después en su vida y confiesa que tras someterse a un régimen alimentario sano, controlado y balanceado puede observar cambios significativos a nivel estético, pero más aún cambios como la disminución de la presión arterial y los niveles de colesterol, así como una mejora en la capacidad para realizar actividades físicas.

Historias como la de González demuestran que con acompañamiento profesional y adquiriendo compromiso personal, es posible transformar la salud de manera sostenible.