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Honduras ha declarado alerta máxima por sarampión

Especialistas recomiendan vigilancia en fronteras, evitar la automedicación ante síntomas sospechosos, entre otros.


Honduras declaró una alerta nacional por sarampión y estableció como requisito obligatorio la presentación del carnet de vacunación o una prueba negativa para ingresar a su territorio. La medida responde al aumento de casos confirmados en países como México, Belice, Costa Rica, Bolivia y Estados Unidos.

Aunque en Nicaragua no se reportan casos activos de esta enfermedad altamente contagiosa, expertos en salud consideran que el país debe reforzar su vigilancia epidemiológica, especialmente en los puntos fronterizos terrestres, marítimos y aéreos, para reducir el riesgo de ingreso de casos importados.

“Epidemiológicamente, hay una alerta en toda Latinoamérica. Por eso, es fundamental vigilar a las personas que ingresan al país, sobre todo si presentan fiebre acompañada de exantema (erupción en la piel). El sarampión puede contagiarse incluso antes de mostrar síntomas visibles”, explicó el doctor Alejandro Lagos, especialista en salud pública.

Lagos recomendó a la población revisar su esquema de vacunación, especialmente la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola), que se aplica en dos dosis, una entre los 12 y 15 meses de edad y otra entre los 4 y 6 años.

“La vacuna es segura, genera inmunidad de por vida y sus efectos secundarios son leves. Ante la duda, lo mejor es acudir al centro de salud para verificar el esquema y recibir la dosis que corresponda”, añadió Lagos.

A mantener vigilancia

El médico general Jorge Manzanares también hizo un llamado a no generar alarma, pero sí a mantener la vigilancia activa tanto en la comunidad como en el sistema de salud.

“No debemos caer en el pánico, pero tampoco bajar la guardia. Cada persona puede presentar síntomas distintos. La fiebre, el sarpullido, la tos y los ojos rojos pueden parecer un resfriado, pero podrían ser sarampión. Por eso es vital acudir al médico y no automedicarse”, indicó.

Añadió que, además de la vacunación, es importante mantener medidas higiénicas básicas como el lavado frecuente de manos, la limpieza del hogar y el monitoreo de síntomas en niños y adultos. También recomendó no enviar a la escuela a niños con fiebre o erupciones cutáneas hasta tener una evaluación médica.

Ambos especialistas coincidieron en que, ante un caso sospechoso, la persona debe ser referida inmediatamente al centro de salud más cercano, donde se aplicarán los protocolos de vigilancia y control de foco.

“La responsabilidad es compartida, del Estado, del personal médico (incluidos los consultorios privados) y de la población. Detectar a tiempo es clave para evitar contagios y complicaciones graves como neumonía, encefalitis o deshidratación”, advirtió Lagos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha instado a todos los países del continente a mantener la vigilancia activa del sarampión, especialmente ante el descenso en las tasas de vacunación en algunos países de la región que ha provocado el resurgimiento de brotes.

En Nicaragua, hasta la fecha, el Ministerio de Salud no ha reportado casos nuevos de esta enfermedad. No obstante, los médicos coinciden en que es momento de actuar con responsabilidad, manteniendo la prevención y evitando el exceso de confianza.

Actualmente, el Ministerio de Salud (Minsa) está desarrollando la Campaña Nacional de Vacunación de Refuerzo, con el propósito de proteger a niñas y niños de 1 a 15 años contra esta enfermedad.

Hasta la fecha, se ha logrado la aplicación de 906,815 dosis, alcanzando un 72% de cumplimiento de la meta nacional.