
Referencial
Las claves para comunicarte sin dañar a los demás
La buena gestión de los juicios mentales ayuda a mantener relaciones sanas y una comunicación más empática.
Los juicios no gestionados suelen surgir desde nuestras propias creencias limitantes, experiencias pasadas o inseguridades comentarios como “ella siempre busca atención” o “él nunca hace nada bien”, ambos pueden parecer inofensivos, pero muchas veces encierran cargas emocionales y prejuicios que afectan a quien los recibe.
Según la experta, María José Canales, master y coach ejecutiva de la escuela europea de coaching, aprender a reconocer cuándo se habla desde el juicio y cuándo desde la observación, es un paso fundamental para establecer relaciones más respetuosas.
Explica que “todo juicio no revisado tiene el poder de volverse una verdad rígida en la mente, lo que no solo distorsiona la percepción de los demás, sino que también limita nuestras posibilidades de conexión genuina”.
Así mismo, enfatiza que, al revisar nuestros juicios con honestidad, podemos convertirnos en comunicadores más conscientes, capaces de discernir entre lo que es una observación objetiva y lo que proviene de las propias interpretaciones subjetivas.
Recomendaciones a tomar en cuenta
Una forma práctica de comenzar a gestionar nuestros juicios es observar el lenguaje que usamos, cambiar frases como “tú siempre eres irresponsable” por “he notado que en algunas ocasiones no cumples los plazos” puede marcar una gran diferencia.
"Este pequeño cambio no solo suaviza el mensaje, sino que también abre espacio para el diálogo y la comprensión, es clave dejar de etiquetar a las personas y empezar a hablar de conductas específicas", añade.
Canales también propone trabajar la autoindagación antes de emitir opiniones fuertes: “Pregúntate: ¿este comentario aporta? ¿Estoy diciendo esto desde el ego o desde el deseo de contribuir a una conversación más constructiva?”.
Este tipo de preguntas nos permite filtrar las palabras con mayor conciencia y evita que las opiniones personales se conviertan en armas que hieren en lugar de construir.