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Yoga, una práctica ancestral como alternativa para el insomnio

Sus técnicas de respiración, movimientos suaves y meditación ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.


Dormir mal se ha convertido en un diario vivir para millones de personas alrededor del mundo, las preocupaciones cotidianas, el uso excesivo de pantallas y el estrés acumulado dificultan alcanzar un sueño profundo y reparador.

En este contexto, el yoga se perfila como una novedosa alternativa no farmacológica para combatir el insomnio, promoviendo la relajación del cuerpo y la mente mediante la respiración consciente y el movimiento pausado.

Estudios recientes respaldan la eficacia del yoga como terapia complementaria puesto que existen investigaciones publicadas en diversas revistas de salud que indican que una práctica regular, incluso de tan solo 20 minutos antes de dormir, puede reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejorar su calidad.

Esto se debe, en parte, a que el yoga disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y activa el sistema nervioso parasimpático, encargado del descanso.

El verdadero cambio

Para Kiang’tsu, instructora de yoga, el verdadero cambio ocurre cuando se incorpora como un hábito de vida y no como un remedio ocasional-

“Muchos de mis alumnos notan mejoras desde la primera semana, el cuerpo aprende que puede soltar el control y la mente se aquieta con la práctica constante de respiración y asanas suaves”, comenta.

También recomienda evitar rutinas intensas cerca de la hora de dormir y priorizar secuencias restaurativas.

Además de mejorar el sueño, el yoga nocturno puede tener otros beneficios colaterales como reducir la ansiedad, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.

Estas mejoras generales en la salud física y mental contribuyen a romper el ciclo del insomnio, que muchas veces se agrava por múltiples factores interrelacionados y lo mejor de todo es que no se necesita experiencia para empezar.