
Referencial
¿A qué se debe la anemia infantil y cuáles son los principales síntomas?
Esta afectación se puede presentar con desnutrición, deficiencia de hierro, entre otros.
Aunque muchos la consideran una enfermedad, la anemia infantil es, en realidad, una afectación hematológica, según detalla la Dra. Alba Iris Parrales, pediatra.
"Es una afectación en la cual se disminuye la concentración de hemoglobina por debajo de dos desviaciones estándar de la media de la población general, y esto varía de acuerdo a la edad y el sexo”.
En pediatría, se habla de anemia cuando los niveles de hemoglobina están por debajo de 11.5 gramos por decilitro. Los valores normales en un niño sano, indica la especialista, son 12 g/dL de hemoglobina y entre 34 y 35% de hematocrito.
Sin embargo, en recién nacidos, pueden encontrarse valores más altos debido a una condición común: la hipoxia intrauterina, la cual eleva la hemoglobina o los hematocritos al nacer.
Signos de alerta
Los síntomas de anemia en los niños suelen confundirse con otras condiciones o pasar desapercibidos. No obstante, Parrales resalta que se puede presentar con desnutrición, deficiencia de hierro (ferropenia), menor desarrollo cognitivo y talla más baja de lo esperado para su edad.
Estas señales reflejan la importancia del hierro en el desarrollo físico y neurológico durante la infancia.
¿Qué causa la anemia en la infancia? Existen tres mecanismos principales por los cuales se puede desarrollar anemia en un niño. El más frecuente es la disminución en la producción de glóbulos rojos, siendo la anemia ferropénica la más común, ya que se relaciona con la deficiencia de hierro.
También puede deberse a un aumento en la destrucción de los glóbulos rojos, conocido como hemólisis, o a la pérdida de sangre, como ocurre en adolescentes durante sus periodos menstruales.
Prevención desde el embarazo
La anemia puede prevenirse desde la etapa prenatal. “Generalmente, se da por una mala alimentación, déficit de folatos, vitamina B12, y otros micronutrientes y macronutrientes. El problema es que muchas mujeres se dan cuenta de que están embarazadas hasta el segundo o tercer mes”, explica la pediatra.
Esto retrasa las medidas nutricionales necesarias para garantizar el adecuado desarrollo del bebé.
Una práctica médica que puede incidir en los niveles de hierro del recién nacido es el momento en que se corta el cordón umbilical.
“Es importante esperar de 30 a 60 segundos para cortarlo. El llamado ‘clampeo precoz’, que se hace antes de los 30 segundos, disminuye la cantidad de sangre transferida de la placenta al bebé, lo cual reduce sus reservas de hierro”, advierte la especialista.