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¡Tus uñas hablan!, señales de alerta ante infecciones por hongos

La onicomicosis puede afectar tanto las uñas de las manos como las de los pies.


La onicomicosis, comúnmente conocida como hongos en las uñas, es una enfermedad fúngica que puede afectar tanto las uñas de las manos como las de los pies.

Según la podóloga Yuyi Mendoza, “esta condición no solo representa una preocupación estética, sino que puede causar dolor, inflamación, decoloración y otros síntomas que afectan la vida diaria de quienes la padecen”.

Mendoza resalta que es altamente contagiosa y se puede adquirir al compartir herramientas de uso personal como cortaúñas, al utilizar el calzado o calcetines de una persona infectada, o al caminar descalzo en duchas públicas, balnearios o piscinas. “Por eso es tan importante usar chinelas o calzado en lugares públicos para evitar el contagio”, recomienda.

El pie de atleta y la onicomicosis están estrechamente relacionados. Mientras el pie de atleta afecta la piel, especialmente entre los dedos y la planta del pie, la onicomicosis compromete directamente la uña.

La podóloga señala que ambas son infecciones fúngicas, pero advierte que el pie de atleta puede ser más peligroso, ya que en su etapa avanzada puede propagarse por todo el cuerpo, generar llagas, mal olor e incluso impedir que la persona camine.

Mayor riesgo en personas con enfermedades crónicas

Las personas con enfermedades crónicas como la diabetes deben tener especial cuidado. “En los diabéticos, estas infecciones pueden complicarse y volverse muy peligrosas si no se tratan a tiempo”, advierte la especialista.

La inmunosupresión o mala circulación pueden agravar el cuadro, por lo que se requiere atención inmediata ante cualquier signo de hongos.

Entre los principales síntomas se encuentran la decoloración de las uñas, cambios en su forma y grosor, fragilidad y mal olor. También es común la onicolisis, que consiste en el desprendimiento de la uña del lecho ungueal. Aunque esta condición no es en sí una infección, puede convertirse en un foco de hongos al permitir que se acumulen microorganismos y residuos en el espacio hueco que se forma.

Esta infección puede originarse por diversos factores, como traumatismos o golpes en las uñas. La experta también señala que el uso excesivo de productos como acrílicos, geles o lámparas UV puede debilitar la lámina ungueal, resecarla, causar estrías y facilitar la entrada de microorganismos.

Además, la acumulación de sudor, que contiene toxinas, puede generar bacterias y hongos al alojarse bajo las uñas o entre los dedos.

La importancia del calzado y la higiene

La especialista detalla que una de las principales causas de problemas en las uñas de los pies es el calzado inadecuado, el mal balance corporal y la falta de limpieza en los zapatos. Recomienda ventilar el calzado, alternarlo con otros pares y dejarlo al sol para eliminar humedad y bacterias. “Aunque no se vea, el sudor queda en los zapatos, y esa humedad es un foco para los hongos”, explica.

Para prevenir estas infecciones, es importante establecer una rutina de higiene que incluya el lavado diario de los pies, su hidratación y exfoliación semanal para eliminar células muertas. Estas prácticas, aunque sencillas, ayudan a mantener la salud de la piel y las uñas en buen estado.

Cuando se observan cambios anormales en las uñas, se debe acudir tanto al podólogo como al dermatólogo. Mientras que el dermatólogo evalúa la piel y las posibles bacterias presentes, el podólogo se encarga de la corrección y tratamiento de las uñas y pies afectados.