Foto: Referencial

Foto: Referencial

Errores que debés evitar al ejercitarte, si tenés más de 40 años

Caminar, nadar y pilates son ideales para este grupo, dice experta.


Después de los 40 años es crucial adaptar el entrenamiento físico a las necesidades cambiantes del cuerpo de la mujer y si buscás mantenerte activa para preservar las condiciones de tu salud fisca y emocional tenés que tomar en cuenta factores como la densidad ósea, la flexibilidad y posibles condiciones preexistentes.

La actividad física regular puede mejorar la movilidad, el equilibrio, la salud cardiovascular y prevenir enfermedades crónicas, siempre y cuando se practique de forma segura y guiada.

La entrenadora certificada y especialista en biomecánica, Halima Jiménez, explica que “la prioridad en mujeres maduras no es la intensidad, sino la funcionalidad, se trata de mejorar la calidad de vida y prevenir lesiones, no de buscar el máximo rendimiento físico”.

Aconseja que los ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar, el pilates y el entrenamiento funcional con peso corporal son ideales para este grupo en particular, pues ayudan a fortalecer los músculos sin generar un esfuerzo excesivo en las articulaciones.

Errores comunes

Por su parte, Xóchilt Calero, fisioterapeuta especializada, señala que uno de los errores más comunes es iniciar una rutina sin una evaluación previa.

“Muchas mujeres llegan a consulta con dolencias causadas por ejercicios inapropiados para su edad o condición física y es fundamental realizar una valoración fisioterapéutica antes de comenzar, para identificar posibles limitaciones o zonas vulnerables”, afirma.

Calero también enfatiza en la importancia del calentamiento y los estiramientos, tanto antes como después del ejercicio, para evitar lesiones musculares o articulares.

Tanto Jiménez como Calero coinciden en que la personalización es clave, ya que no existe una rutina universal que funcione para todas teniendo en cuenta factores como la menopausia, enfermedades crónicas, antecedentes de lesiones o incluso la calidad del sueño deben ser considerados al diseñar un plan de ejercicios.

En conclusión, mantenerse activa en la edad madura es posible y altamente recomendable, siempre que se haga de manera informada y segura.