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TDAH, el trastorno que también impacta en adultos
Especialista pide atención psicológica y farmacológica.
Aunque comúnmente asociado a la niñez y adolescencia, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) también afecta a personas adultas, pero suele pasar desapercibido, afirma el psicólogo clínico Manuel Ordóñez Díaz, quien advierte sobre la falta de conciencia y atención a esta condición en etapas posteriores de la vida.
“Se ha trabajado más con niños y adolescentes porque es más visible en esas edades. Sin embargo, el TDAH no desaparece con los años; continúa en la adultez”, explica.
Indica que desde 1974, estudios científicos comenzaron a evidenciar signos y síntomas persistentes del trastorno en adultos, aunque aún no se le otorga la misma relevancia en el ámbito clínico y social.
El especialista señala que uno de los principales retos es que en la adultez los síntomas se presentan de forma distinta, lo que dificulta su detección.
Algunos síntomas
“En los niños vemos hiperactividad, inquietud constante, dificultad para estar quietos tanto en casa como en la escuela. En cambio, los adultos presentan inhibición: se aíslan, olvidan cosas, tienen problemas para socializar y, en algunos casos, dificultades en su vida sexual y emocional”, detalla.
Además, refiere que el TDAH en adultos puede afectar el rendimiento laboral, las relaciones personales y el desarrollo cognitivo y emocional. Sin embargo, muchos adultos nunca reciben un diagnóstico adecuado debido a que se sigue pensando erróneamente que el trastorno es exclusivo de la infancia.
Atención integral
Ordóñez hace un llamado a brindar atención integral, tanto desde el ámbito psicológico como farmacológico. Subraya la necesidad de que psicólogos y psiquiatras trabajen en conjunto:
“El psiquiatra se encarga de regular los niveles de dopamina en el cerebro mediante medicamentos, mientras que el psicólogo debe ofrecer acompañamiento terapéutico para dotar al paciente de herramientas cognitivas que le permitan funcionar mejor”.
También advierte sobre el consumo de sustancias estimulantes en personas con TDAH, como bebidas azucaradas en niños o drogas y psicotrópicos en adultos, ya que estos aumentan la desregulación de la dopamina y agravan los síntomas.
Asimismo, compara el TDAH con el autismo en cuanto a su persistencia a lo largo de la vida y el desconocimiento social que existe al respecto.
“Así como hay adultos autistas no diagnosticados, también hay adultos con TDAH sin atención. Son condiciones que no desaparecen con la edad. Reconocerlas y tratarlas es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes las viven”, apunta.