Foto: Referencial

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¿Es seguro operarse durante el embarazo?

Una de las causas más frecuentes que requiere cirugía en este periodo es la apendicitis.


Las intervenciones quirúrgicas en mujeres embarazadas son procedimientos que exigen un manejo altamente especializado para proteger tanto a la madre como al bebé.

La ginecóloga y obstetra Dra. Mayber Saavedra explica que una de las causas más frecuentes que requiere cirugía en este periodo es la apendicitis.

“La frecuencia de apendicitis ronda alrededor del 0.75 al 2% por paciente embarazada, de hecho, el segundo trimestre es la edad gestacional donde aparece muy común la condición”, señala.

Antes de cualquier procedimiento, se evalúa cuidadosamente el estado de salud de la madre y del feto. “Siempre se debe tomar en cuenta primero el estado de salud materna, el estado de salud fetal y se debe abordar de manera multidisciplinaria, ya que ese procedimiento no lo realizamos nosotros como obstetras, sino el cirujano general”, detalla.

Estas valoraciones incluyen un ultrasonido obstétrico para verificar que todo esté bien con el bebé y un monitoreo constante de la frecuencia cardíaca fetal antes, durante y después de la intervención.

En cuanto a la anestesia, la especialista aclara: “En estos casos tiene cálculos específicos que le corresponden meramente al servicio de anestesia, ya que el riesgo supera al beneficio”.

Criterios para decidir la cirugía

El objetivo principal es priorizar la salud materna. “Si la paciente presenta fiebre, malestar general, vómitos, no tolera vía oral o presenta datos de alarma como reacciones inflamatorias exageradas, se sabe que es una paciente a quien no se le puede realizar un procedimiento quirúrgico y que probablemente puede complicarse en un periodo de entre 24 y 72 horas”, advierte Saavedra.

En algunos casos, cuando la situación lo permite, el procedimiento puede posponerse hasta 8 semanas después de finalizado el embarazo, añade.

¿Parto natural después de una cirugía?

La realización de una intervención quirúrgica no significa que el parto deba ser necesariamente por cesárea. “Sí, se puede tener el bebé vía vaginal luego de un procedimiento quirúrgico, ya que la vía de realización del procedimiento no es la misma. Si todo está bien en la recuperación y no hay un dato relevante que pueda impedirlo, siempre se prefiere que sea esa la vía de nacimiento”, explica la ginecoobstetra.

Entre los riesgos más importantes se encuentran el sangrado, la pérdida gestacional y las infecciones locales en la herida o en los puntos. La recuperación, en estos casos, puede ser más lenta.

“Estas pacientes en estado gestacional se consideran pacientes en estado inmunosupresores, es decir, su sistema de defensa más lento y débil”, precisa la especialista.

La especialista indica que es fundamental cumplir con ciertas medidas antes y después del procedimiento. “Primero, cumplir como mínimo 8 horas de ayuno sin nada de alimento, líquidos endovenosos, vía sanguínea para que la paciente obtenga nutrientes o electrolitos que sean necesarios para la función celular mientras llega el momento de ser sometida a la cirugía”, añade.

En el postoperatorio, la indicación también es clara: “Posterior al procedimiento se mantienen entre 4 y 8 horas de ayuno en dependencia del tipo de procedimiento. La alimentación tiene que ser una dieta blanda y líquidos claros”.