
Foto: Referencial
La importancia del apoyo emocional durante la maternidad
Esta es una etapa profunda, transformadora y muchas veces desafiante.
“La maternidad mueve fibras muy profundas, incluso cuando creemos estar listas para vivirla”, explica Yulia Loredo, quien no solo habla desde su formación profesional como psicóloga, sino también desde su experiencia personal como madre.
Loredo señala que el embarazo trae consigo un cóctel de cambios hormonales que pueden alterar significativamente la estabilidad emocional de la mujer.
“Desde el punto de vista psicológico, es vital reconocer lo que sentimos. Muchas veces nos exigimos demasiado por el simple hecho de ser madres”, asegura.
Durante su postparto, Yulia compartió en redes sociales una reflexión que causó impacto entre sus seguidores, pues en lugar de los típicos consejos, escribió una frase poderosa: “Hoy yo siento que no puedo”. Sus palabras resonaron en muchas mujeres, visibilizando una verdad incómoda, pero necesaria: no siempre nos sentimos capaces, y eso está bien.
Normalizar emociones
Iris Martínez, madre, coincide en que es fundamental normalizar las emociones que se viven durante esta etapa. “Lo más importante es no invalidar lo que sentimos, cada experiencia es única y los sentimientos de todas las personas son válidos”, afirma.
Iris insiste en que hay que alejarnos de la idea de la “madre perfecta” y apostar por la autenticidad. “Hay días buenos y días malos. Lo importante es darte permiso para sentir y buscar apoyo cuando lo necesités.”
En tanto, Loredo recomienda no transitar la maternidad en soledad. “Sostenerse en una red de apoyo de confianza es clave para no abrumarte”, aconseja la experta, pero también aclara que es necesario poner límites saludables.
“Esa red debe respetar tus reglas, los espacios de tu hogar y las decisiones que tomés respecto a tu bebé. No se trata de que todos opinen, sino de que te acompañen.”
La maternidad no tiene una sola forma, y cada camino es válido. Lo importante, como subrayan tanto Yulia como Iris, es ser honesta con vos misma, reconocer nuestras emociones, y pedir ayuda cuando la necesitemos.
Así que, si hoy te sentís abrumada, cansada o llena de dudas, recordá esto, ser buena madre no significa no equivocarse, sino amar, cuidar y seguir adelante a pesar de todo.