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Síncope y crisis epilépticas en las festividades patrias: ¿cómo prevenirlas?

Un paciente sano tiene de un 3 a 5% de riesgos de presentar crisis en cualquier momento.


En las celebraciones patrias es común que niños y adultos se expongan a situaciones de aglomeración, calor, largas caminatas y permanencia de pie por mucho tiempo. Estos factores, aunque parezcan inofensivos, pueden desencadenar episodios como síncopes o crisis epilépticas, que muchas veces preocupan a las familias.

El Dr. Pablo Navarrete, neurólogo pediatra, explica que “la epilepsia se define en un paciente sano como dos crisis no provocadas separadas como mínimo 24 horas entre cada crisis”. A diferencia de la epilepsia, una convulsión puede ser tanto provocada como no provocada.

“Un paciente sano tiene de un 3 a 5% de riesgos de presentar crisis en cualquier momento y etapa de la vida, sin ninguna predisposición”, indica.


Nuestro cerebro funciona como un sistema eléctrico, y cuando se sobrecarga de estrés, ansiedad, depresión o cansancio, puede sufrir una especie de “cortocircuito” que desencadena la crisis.

También existen las convulsiones provocadas, que surgen por golpes, hipoglucemia, falta de alimentación o alguna patología específica.

¿Qué es el síncope y por qué ocurre en las fiestas patrias?

El síncope, a diferencia de una crisis epiléptica, se debe a una disminución momentánea del flujo sanguíneo al cerebro. “El niño puede desvanecer o perder transitoriamente el estado de conciencia, en general estos son eventos rápidos. Los niños se ponen helados, sudorosos, pálidos y, si el evento es muy fuerte, incluso pueden llegar a tener convulsiones como tal”, señala Navarrete.

Los síncopes son benignos y no dejan repercusiones neuronales, pero son frecuentes durante las festividades patrias debido a la exposición al sol, largos períodos de pie y falta de hidratación o alimentación.

En la mayoría de los casos se presentan en niños sanos, aunque es importante estar atentos si existen antecedentes familiares.

Claves para prevenir episodios

El especialista detalla que entre los síntomas destacan ansiedad, sudoración, piel fría y pálida, rigidez corporal y desvanecimiento. Ante un episodio, se recomienda colocar al niño bajo sombra, hidratarlo, ofrecer alimentos con sal, darle electrolitos y mantenerlo sentado hasta su recuperación.

El neurólogo pediatra enfatiza que la prevención es fundamental para evitar crisis y síncopes durante las festividades. Mantener una buena hidratación antes y durante las actividades, consumir comidas balanceadas que incluyan sal, evitar la exposición prolongada al sol, hacer pausas y descansar en lugares frescos y no permanecer mucho tiempo de pie sin moverse; son algunas de las medidas que pueden reducir el riesgo de que los niños sufran desvanecimientos o crisis convulsivas.