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Leucemia y sida felino, dos enfermedades silenciosas en los gatos

Aunque no existe una cura definitiva, pueden llevar una vida plena si reciben atención adecuada.


En el mundo felino, algunas enfermedades pasan desapercibidas, tal es el caso de la leucemia y el sida felino, dos enfermedades silenciosos que debilitan su sistema inmunológico, dejando a los gatos vulnerables a infecciones y complicaciones que pueden poner en riesgo su vida.

De acuerdo a la médica veterinaria Diana Cuadra, la leucemia felina, conocida como FeLV, se transmite a través del contacto cercano entre gatos a través de lamidos, mordidas, o incluso compartiendo platos de comida.

"Este virus no solo debilita sus defensas, sino que también puede provocar ciertos tipos de cáncer, haciendo que cada día para un gato infectado sea un reto silencioso", añade.

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De manera similar, el sida felino, o FIV, ataca el sistema inmunológico, pero se propaga principalmente por mordeduras profundas de otros gatos.

Esta diferencia en la transmisión hace que los gatos que viven al aire libre o que se involucran en peleas tengan mayor riesgo, mientras que los domésticos pueden mantenerse protegidos con cuidados básicos, explica la especialista.

Señales que alertan

Los primeros síntomas pueden pasar desapercibidos. Un gato que pierde peso, muestra fatiga constante o desarrolla infecciones recurrentes podría estar enfrentando estas enfermedades,advierte Cuadra.

Las encías inflamadas, las heridas que tardan en sanar o la fiebre recurrente son señales que no deben ignorarse.

Según la experta, el diagnóstico temprano se realiza mediante pruebas de sangre, y es crucial para implementar un plan de cuidados que aumente la esperanza y calidad de vida del gato. "Cada signo observado puede hacer la diferencia entre detectar la enfermedad a tiempo o que el animal desarrolle complicaciones graves", detalla.

Cuidados del gato infectado

Aunque no existe una cura definitiva, los gatos con FeLV o FIV pueden llevar una vida plena si reciben atención adecuada. Los controles veterinarios periódicos permiten monitorear su salud, mientras que una alimentación equilibrada y un entorno seguro minimizan el riesgo de infecciones secundarias.

Evitar el estrés y el contacto con otros gatos infectados se convierte en parte esencial de su rutina diaria de cuidados.

La mejor manera de enfrentar estas enfermedades es la prevención. Vacunar a los gatos contra la leucemia felina, controlar su vida al aire libre y evitar que tengan peleas, son medidas que reducen significativamente el riesgo de contagio.

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La esterilización también ayuda a disminuir conductas agresivas y territoriales, que son un factor de transmisión del FIV.

Leucemia y sida felino son enemigos silenciosos, pero no invencibles. Con información, prevención y cuidados amorosos, los gatos pueden vivir plenamente a pesar de estas enfermedades.

La clave está en la observación constante, la atención veterinaria y el compromiso de los dueños por proteger a sus compañeros de cuatro patas, finaliza la experta.