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Aceite de coco, el aliado popular en rutinas de belleza y en la cocina
La nutricionista Ana Lozano, explica sus usos, ventajas y precauciones.
El aceite de coco ha pasado de ser un ingrediente exótico a convertirse en un aliado popular en rutinas de cuidado personal y hasta en la cocina. Pero, ¿qué tan cierto es todo lo que se dice sobre sus beneficios? La nutricionista Ana Lozano, detalla sobre sus usos, ventajas y precauciones.
De acuerdo con la especialista, el aceite de coco debe su fama a los ácidos grasos de cadena media, como el ácido láurico. En la piel, funciona como un hidratante natural que fortalece la barrera cutánea y ayuda a retener la humedad.
En el cabello, su magia está en la capacidad de penetrar la fibra capilar, reduciendo la pérdida de proteínas. Usarlo antes o después del lavado puede marcar la diferencia entre un pelo opaco y uno con más vida.
Lozano refiere que al consumirlo, con moderación, el aceite de coco es fuente de energía rápida gracias a sus triglicéridos de cadena media. Sin embargo, aclara que no todo lo que brilla es oro: su alto contenido de grasas saturadas despierta debates en la comunidad científica, pues un consumo excesivo puede elevar el colesterol LDL, conocido como el “malo”.
Beneficios y precauciones
Entre los puntos positivos están su capacidad de hidratar, su posible efecto antimicrobiano y su aporte energético. Pero también tiene su lado menos luminoso, ya que puede causar irritación en pieles sensibles y, en la dieta, no debe desplazar aceites más saludables como el de oliva o aguacate, recomendados por la OMS y la American Heart Association.
La doctora Lozano enfatiza que no existe una regla universal. Mientras la aplicación tópica suele ser segura, las personas con colesterol elevado o riesgo cardiovascular deberían evitar usarlo como principal fuente de grasa.
Ya sea como mascarilla capilar, hidratante natural o ingrediente ocasional en la cocina, el aceite de coco puede ser un aliado versátil si se usa con medida y consciencia.