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El estrés: un riesgo real que puede afectar la salud del corazón

OPS advierte que la tensión prolongada favorece la hipertensión y abre la puerta a enfermedades cardiovasculares.


El estrés no es solo una sensación de agobio. Sus efectos se reflejan directamente en el sistema cardiovascular, afirma el doctor Pedro Ordúñez, asesor regional en Enfermedades Cardiovasculares de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"Una persona sometida a estrés constante tiene mayor riesgo de hipertensión arterial, lo que a su vez incrementa la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular”, advierte.

El médico aclara que la reacción del organismo varía de una persona a otra, pero cuando la tensión se vuelve cotidiana, el equilibrio se rompe.

Alteraciones en el sueño, cambios de apetito y dificultades en las relaciones interpersonales son señales de alerta que, de persistir, terminan debilitando el corazón.

Recomendaciones a tomar en cuenta

El vínculo entre el estrés y el daño cardíaco se explica por la liberación continua de hormonas que elevan la presión arterial. Este proceso, prolongado en el tiempo, somete a las arterias a un esfuerzo que puede desembocar en arritmias, infartos o insuficiencia cardíaca, subraya el especialista.

Para frenar ese desgaste, Ordúñez recomienda prestar atención a los primeros indicios y adoptar hábitos de autocuidado: actividad física regular, una alimentación equilibrada y espacios de descanso que permitan al cuerpo recuperarse. Cuando la ansiedad se vuelve difícil de manejar, buscar ayuda profesional resulta esencial.

El experto concluye que proteger la mente es inseparable de cuidar el corazón y enfatiza que “el estrés, en efecto, es dañino”, recordando que la prevención y la atención temprana son las mejores defensas frente a este enemigo silencioso.