Foto: Referencial

Foto: Referencial

Así funciona el cerebro de los niños con dislexia

Es un trastorno que no tiene cura, pero sí puede tratarse con estrategias adecuadas


La dislexia es más que una simple dificultad para leer; es, según la psicóloga y logopeda Dra. Belsabet Muñóz, “un conjunto de síntomas que cuando no se trata, el niño puede llegar a tener problemas después en la lectura y su interpretación”.

Este trastorno, que forma parte de los problemas del aprendizaje, tiene un componente neurobiológico y no desaparece con el tiempo, aunque puede mejorarse significativamente con un tratamiento especializado.

La especialista detalla que “es un trastorno del aprendizaje, pero específico porque es un problema del neurodesarrollo, en donde no hay cura, pero lo que hacemos como especialistas es tratarlo con un tratamiento bien minucioso”.

Sin embargo, advierte que muchas veces se confunde con el TDAH, especialmente cuando el diagnóstico no es realizado por un profesional experto, lo que puede generar confusiones en la intervención.

Muñóz explica que el cerebro está diseñado para pensar y hacer conexiones entre los sonidos, las letras y las palabras. “El cerebro etiqueta las cosas y les da un sentido para hacer la conexión; sin embargo, cuando hay problema de lectura, el cerebro busca cómo acomodarse con la parte fonológica, lectura, lenguaje y escritura. Es ahí donde se logran apreciar las omisiones y sustituciones”, señala.

Señales tempranas que pueden alertar a los padres

Uno de los signos más comunes es la confusión entre letras como la “d”, “b” o “p”, así como las dificultades espaciales. Tienden a confundir derecha con izquierda, el compás del reloj, tienen problemas para amarrarse los zapatos o incluso ponerse la ropa al revés, explica la logopeda.

La detección temprana es clave. Según Muñóz, “a los tres años podemos identificar si el niño tiene torpeza para agarrar el lápiz, en el área motora fina, pero mayoritariamente se detecta cuando está en primer grado, al aprender a leer”.

Ejercicios prácticos para trabajar en casaLa especialista recomien la gesticulación y ayuda a mejorar la articulación de las palabras. Finalmente enfatiza que la dislexia no debe verse

da realizar ejercicios en casa para fortalecer la comprensión y la expresión: “Los padres pueden contarles un cuento a los niños y pedirles que dibujen paso a paso lo que entendieron, luego que expliquen las imágenes. Si las ideas se cruzan o no logran expresarlas de inmediato, puede tratarse de un signo de dislexia”.

Otro ejercicio útil es colocar un lápiz en la boca, lo que estimula

como una limitación, sino como una forma distinta de procesar la información.

Con el acompañamiento adecuado, los niños pueden desarrollar estrategias efectivas para aprender y comprender mejor el mundo que los rodea.