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¡Verte, tocarte, conocerte!, el primer paso contra el cáncer de mama
Aprender a conocer tu cuerpo puede hacer la diferencia entre una detección temprana o una batalla más larga.
El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial, pero también una de las enfermedades con mayor posibilidad de curación si se detecta a tiempo.
Para la doctora Verónica Avilés, especialista en mastología, uno de los mayores desafíos sigue siendo derribar los mitos que rodean esta enfermedad, ya que muchos de ellos retrasan el diagnóstico y tratamiento oportuno.
Algunos de los mitos
Uno de los mitos más comunes es que el cáncer de mama solo afecta a mujeres con antecedentes familiares. Sin embargo, la especialista aclara que este tipo de cáncer es multifactorial, es decir, responde a una combinación de factores como la diabetes, el uso prolongado de terapias hormonales, la obesidad, el estilo de vida sedentario, entre otros.
De hecho, la mayoría de los casos no tienen un historial familiar directo.
Además, existe la falsa creencia de que el cáncer de mama es una enfermedad que solo afecta a mujeres mayores. Aunque la edad sigue siendo un factor de riesgo, cada vez se reportan más casos en mujeres jóvenes, incluso en edades tan tempranas como los 20 o 30 años. Esto subraya la importancia de no subestimar ningún síntoma, independientemente de la edad de la paciente.
En este contexto, la detección temprana juega un papel crucial. La especialista hace un llamado a vencer el miedo y la vergüenza que muchas mujeres sienten al examinarse.
“Hay que aprender a verse, tocarse y conocerse”, insiste la doctora Avilés. Mirarse al espejo y detectar cambios en la forma del seno o la piel puede marcar la diferencia.
La mamografía anual a partir de los 40 años, o antes si hay factores de riesgo, es una herramienta vital que puede salvar vidas.
Principales señales de alerta
Entre las señales de alerta más relevantes se encuentra la retracción del tejido mamario, una característica de algunos tumores malignos.
Otros síntomas incluyen bultos, cambios en el tamaño o forma de la mama, secreción anormal por el pezón o alteraciones en la piel del seno. No hay que esperar a sentir dolor, muchos cánceres de mama no duelen en sus etapas iniciales.
La médica destaca que cada caso de cáncer de mama es diferente, por lo tanto, el tratamiento debe ser individualizado y adaptado a las condiciones específicas de cada paciente. No todas las mujeres reciben el mismo tipo de quimioterapia, cirugía o tratamiento hormonal.
Factores como la edad, el tipo de tumor, el estado de salud general y la etapa del cáncer influyen en la decisión médica. Este enfoque personalizado ha mejorado notablemente las tasas de recuperación y calidad de vida de las pacientes.
Finalmente, se hace un llamado a crear una cultura de autocuidado y prevención, no solo durante el mes de octubre. El cáncer de mama puede aparecer en cualquier momento, y estar informadas y realizarse chequeos periódicos.
La detección a tiempo y el tratamiento personalizado son hoy, más que nunca, las mejores herramientas contra esta enfermedad.