¿Qué es el vaginismo y cómo podemos detectarlo?

¿Sabías que el vaginismo es una de las disfunciones del suelo pélvico que mejor responde a su tratamiento con porcentajes de superación total cercanos al 100%?


El vaginismo es la contracción vaginal, según Amanda Maltez especialista Psicóloga, también se conoce como el trastorno del dolor genito-pélvico/penetración; es un padecimiento en el cual existe una constricción involuntaria de la vagina al intentar el coito.

La constricción es causada por contracciones involuntarias de los músculos del piso pélvico que rodean la vagina, es una repuesta pélvica no controlada directamente por la mujer; en la gran mayoría de casos, es posible que ni siquiera esté consciente que la repuesta muscular está causando constricción o problema de penetración.

Tipos de vaginismos

Cuando una mujer nunca ha sido capaz de mantener relaciones sexuales sin dolor, provocado por la contracción de los músculos del suelo pélvico que rodean su vagina, estamos ante un tipo de vaginismo denominado vaginismo primario.

Sin embargo, hay otros casos en los que la mujer ha llevado una vida sexual normal y satisfactoria pero algunos acontecimientos traumáticos físicos o psíquicos en un determinado momento de su vida, como un parto, una violación, una cirugía o simplemente cambios hormonales como los que se producen en la menopausia, originan un espasmo muscular en el suelo pélvico que viene a denominarse como vaginismo secundario.

Síntomas del vaginismo

Los síntomas del vaginismo varían dependiendo de la intensidad de la contracción de los músculos del suelo pélvico y pueden ir desde una leve sensación de ardor hasta un cierre total de la abertura de la vagina. Por lo que, la contracción involuntaria o espasmo muscular puede producirse durante todo el acto sexual o aparecer repentinamente mientras se mantienen relaciones sexuales.

  • Ardor, picor y tensión muscular vaginal durante las relaciones sexuales.
  • Dolor, en mayor o menor medida, que puede dificultar o incluso imposibilitar la penetración.
  • Incomodidad persistente ante las relaciones sexuales.
  • Dolor sexual continúo de origen desconocido.
  • Dificultad o incapacidad total para insertar un tampón.
  • Dificultad al someterse a una exploración ginecológica.
  • Posibilidad de insertar tampones o llevar a cabo una revisión ginecológica pero incapacidad de penetración sexual.
  • Posibilidad de penetración sexual pero incapacidad de experimentar un orgasmo por la sensación de incomodidad o dolor o por el miedo a un espasmo repentino.

La buena información y la identificación de las causas y motivos que originan esta dolencia son fundamentales para su tratamiento para poder afrontarlo inmediatamente acudiendo a un especialista o medico de confianza.