El castigo físico persiste en los hogares y en las escuelas

Para la psicóloga Grethel Reyes es necesario que la ira que acumulan los padres de familia durante el día no sea descargados con los hijos, ya que esta práctica les podría ocasionar secuelas muy graves


En Nicaragua como el resto de países de América latina, el castigar a los hijos física, psicológica o verbalmente es una cultura que está arraigada en la mayoría de los padres de familias.

"Desde pequeño se debe corregir a los hijos porque si no se hace crecen siendo malcriados y ya grande es más difícil educarlos", indica Ruth Escobar, madre de familia.

Al ser encuestados sobre el tema, otras personas opinan que la disciplina en los menores debe darse, pero sin afectar el desarrollo del menor ya que se podría dejar secuelas en ellos durante la adolescencia o etapa de adulto.

"Yo soy de la idea que a los hijos no se le debe castigar con el maltrato físico, que en este caso es la faja o golpe, para eso existe la comunicación" señala Indira Espinoza, encuestada por VosTV.

Para la psicóloga Grethel Reyes es necesario que la ira que acumulan los padres de familia durante el día no sea descargados con los hijos, ya que esta práctica les podría ocasionar secuelas muy graves, entre ellos desconectarse por completo del ambiente que los rodea o en la adultez desarrollar rasgos violentos.

Un estudio presentado por World Vision a finales de 2017 reveló que en Latinoamérica los lugares donde más se violenta a la niñez son: el 53 por ciento en el hogar, un 24 por ciento en lugares religiosos, un ocho por ciento en la escuela y un cinco por ciento en lugares públicos.