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Así operan los estafadores con los usuarios de bancos

Experta en temas financieros brinda algunas recomendaciones para evitar ser víctima.


Proliferan en Nicaragua las estafas a través de tarjetas de crédito con llamadas telefónicas y de WhatsApp supuestamente del banco, informando de problemas informáticos o movimientos inusuales en tus cuentas.

La mayoría de estafas se dan luego que los autores obtienen los datos personales del propietario de la tarjeta de crédito o débito, en comercios en los que fue utilizada para realizar el pago de algún servicio o bienes. Los estafadores se hacen pasar como trabajadores del banco y te advierten de una supuesta transacción fraudulenta.

Gisella Canales, consultora en educación financiera y fundadora de la plataforma Dele Peso a sus Pesos, refirió que el inició de la estafa se ejecuta tras el pago a través de la Terminal Punto de Venta, por sus siglas en inglés POS, con las que logran obtener dicha información personal.

“Una situación que me sucedió a mí, se empezaron a generar una serie de transacciones, aparentemente el banco y el sistema las detectó como fraudulentas, me aviso a través de correo electrónico y las rechazó, pero no todos tienen la cultura de revisar esas alertas y caen en la estafa”, explicó Canales.

Ante esta situación, la experta recomendó que al pagar en algún comercio con tarjeta de crédito se esté atento al uso del POS y se pida ejecutar la transacción a la vista.

“Por ejemplo, en una gasolinera no tienes el POS cerca, el encargado tiene que ir incluso a otra bomba a pagarse, se llevan tu tarjeta y vos no sabes que pueden hacer con ella, paso lo mismo en algún restaurante y por eso al extraer dinero de tu tarjeta lo mejor es no quitar los ojos de la misma, aunque sea incómodo”, señaló.

Canales advirtió que con las tarjetas de débitos también se puede ser víctima de estas estafas y en ese caso, aunque el banco las detecta como una transacción fraudulenta automáticamente se le debitará la cantidad

“Si vos tenés 5,000 córdobas, y el estafador ocupa 2000 por ejemplo, te quedaste con 3,000 hasta que termine todo el proceso de reclamo, que puede durar incluso varios meses, ese dinero ya no lo vas a poder tener disponible hasta después de un tiempo”, añadió Canales.

La experta en educación financiera especificó que el único canal utilizado por los bancos para avisar de transacciones fraudulentas son los correos electrónicos, por ello no deben atender ninguna llamada relacionadas con anuncios de estafas, pues este es otro modo que están usando los estafadores.

“Ninguna institución financiera se comunica por WhatsApp y en cualquier caso, si vos querés hacer alguna consulta, existe algo que se llama cuentas oficiales de WhatsApp, aunque vos no las tengas guardadas sale el nombre y la foto”, remarcó Canales.

Según la especialista, las personas al otro lado de la línea, siempre pedirán datos de acceso bancarios, así como credenciales para supuestamente confirmar tu identidad y evitar el robo, cuando realmente el robo está en proceso desde que te piden información personal.

“Les recomiendo preguntar en el banco con el cual ustedes tengan sus tarjetas de débito o crédito, si tiene y puede activar algún tipo de alerta por cada transacción, porque probablemente no sea detectada como una transacción fraudulenta, sino que la están utilizando para comprar con ella”, sugirió.

Canales indicó que si recibe una llamada de este tipo, lo mejor es terminar la comunicación y de inmediato contactar al banco a través del número oficial de atención al cliente y notificar el incidente.

El abogado Alonso Cano, experto en derecho penal, manifestó que según el Código Penal de Nicaragua, estas situaciones son penadas en el artículo 229 de dicha norma jurídica, por ello se podrían condenar a los autores con prisión de uno a cuatro años y de noventa a trescientos días multa.

“Constituye un fraude que se materializa en una estafa, es el agente activo la persona que llama y trata de obtener la información, pretende crear engaño en la mente de la persona para que la persona a través le dé la información, en este caso son claves los números de identificación que le permita con posterioridad a esta persona y al agente activo sustraer de la cuenta de esta persona dinero y de esa forma causar un perjuicio”, enfatizó Cano.

Cano teme que los estafadores incluso sean trabajadores activos de las instituciones bancarias y estén ejecutando una filtración de la información del cliente, a través de hackeo o puede ser por colaboración de algún otro empleado del banco.

El experto dijo que está situación también constituye un delito contra el sistema bancario y financiero, penado en el artículo 280 del Código Penal y se le agregarían al estafador distintas penas de cárcel dependiendo de su relación con dicha institución financiera.

“A través de esa información se pone en riesgo la seguridad de las transacciones, en este caso de carácter financiero, también está penado en nuestra legislación con penas severas hasta de 8 años cuando se trata de directivos y funcionarios y cuando se trata de particulares podría ser la pena hasta de 5 años”, finalizó Cano.