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Nicaragüenses recuerdan el espectacular eclipse total solar de 1991

Su etapa plena de duración fue de 6 minutos y 53 segundos.


Hace más de 30 años, los nicaragüenses fueron testigos de un espectacular eclipse total solar que dejó en la penumbra a todo el país y la región.

En ese momento, el fenómeno astral, que se registró en horas del mediodía, del 11 de julio de 1991, hizo que la gente percibiera una extraña sensación donde la tarde, noche y amanecer se desarrolló en tan solo 6 minutos con 53 segundos.

El evento astronómico inició en el Océano Pacífico y Hawái, continuó por México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú y Brasil.

El eclipse fue considerado como “el del siglo XX”, debido a su duración. Ese día muchos nicaragüenses observaron directamente la alineación astral, mientras muchos lo seguían a través de la televisión nacional.

Entre muchos nicaragüenses causó pánico, curiosidad, diversión y hasta predicciones apocalípticas.

Por primera vez todo mundo estaba asustado, porque nunca se había oscurecido una tarde de verano, causó mucha alarma y las personas utilizaban baldes con agua para ver el reflejo de aquel evento que paralizó a los ciudadanos”, recuerda Ángela Parrales, quien presenció el fenómeno de esa época.

“Mi hija estaba recién nacida y me dice mi mamá, vaya y deje bien tapada a la niña para que no le entre ni un solo rayo de sol”, comenta.

Por su parte, Reynaldo Pérez, manifiesta que su mamá le orientó no salir, porque ella consideraba que era peligroso para la salud.

“De repente fue eso, yo ni sabía, hasta que miré a los animales que buscaban un lugar donde dormir porque estaba oscureciendo y lo que me gustó fue escuchar el canto de los pájaros que daba una sensación que estaba amaneciendo”, cuenta.

César Roa, coincide con la experiencia de los demás ciudadanos citados, al señalar que, no salió de casa y solamente se limitaba a escuchar el canto de las aves.

“Todo fue un terror en medio de la oscurana, todo mundo tenía temor en ese tiempo, porque la gente decía que era un asunto del juicio final”

Contrario a estas expresiones de temor para Aurora Pineda fue algo divertido presenciar el eclipse, pues ciertos animales andaban desorientados y parecía que amanecía.

“Muchas personas lo observaron de diferentes formas, pero a mí me dio miedo, porque decían que podía dar muchas cosas en los ojos, que era malo”, relata Pineda.

Semanas previas al suceso, los medios de comunicación desarrollaron campañas, para advertir a los nicaragüenses sobre los daños a la vista que podría causar ver directamente el eclipse.

Según los cálculos científicos, será hasta el año 2132 cuando los nicaragüenses podrán ver algo semejante a lo que se vivió hace tres décadas, experiencia que quedó grabada en las mentes de muchos, quienes actualmente lo recuerdan con asombro.

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