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Al menos tres adolescentes han desaparecido durante la última semana

Feministas instan a detectar señales de alertas y tener un mayor control en las fronteras.


Al menos tres adolescentes fueron reportadas como desaparecidas en distintos departamentos de Nicaragua esta semana, lo que ha alarmado organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, porque las denuncias se dan tras el femicidio de otras dos el fin de semana pasado.

La primera desaparecida es la adolescente de iniciales N.D.G., originaria de Nagarote, quien no regresó de clases este lunes y la última vez que fue vista fue a las 11:45 de la mañana.

La otra adolescente es originaria del municipio de Camoapa, departamento de Boaco. La menor, de iniciales E.V.C., salió de su casa este domingo a dejar unos documentos que un tío solicitó con urgencia y ahora sospechan de él, pues tampoco ha contestado llamadas telefónicas y se desconoce su paradero.

La adolescente de iniciales S.M.R.T., de 15 años de edad, del municipio de San Ramón, Matagalpa, es la tercera desaparecida desde el pasado 6 de marzo, pero reportada por sus familiares hasta este lunes. Sus familiares sospechan que pudo ser raptada por un hombre que frecuentaba su casa para cargar su celular.

Karla Nicaragua, asesora legal de la Asociación Quincho Barrilete, explicó que la retención de una menor con o sin su voluntad es considerado un delito y quienes lo cometan podrían sufrir penas de cárcel de 3 a 5 años.

“Ningún niño o niña adolescente puede dar su voluntad como para que lo retengan, en ese caso no es posible que se pueda utilizar como una justificación y decir -no, ella quiso que yo la tuviera, ella me dijo-, estamos ante un niño adolescente, eso no se considera consentimiento, consentimiento solo es para una persona adulta y que sabrá asumir sus responsabilidades”, manifestó Nicaragua.

Según la experta, hay señales de alerta que los padres de familia y la misma comunidad deben atender, como son las situaciones de violencia intrafamiliar o el uso excesivo de las redes sociales.

“Hay que asegurarnos que sus redes sociales están en torno a la familia y amigos, pero si el niño o niña está teniendo amistades de todos lados, de gente que sean adultos y con ellos se comparten comentarios o mensajes en redes, son señales de alertas que hay que atender a la brevedad posible”, agregó Nicaragua.

María Teresa Blandón, directora del Programa Feminista “La Corriente”, señaló que en las zonas fronterizas han detectado redes de traficantes de personas, que operan de Centroamérica hacia Norteamérica y ponen en riesgo la vida de niñas, niños y adolescentes en esos departamentos cercanos.

“Por esa ahí en dónde sacan ilegalmente a las niñas, a las adolescentes secuestradas, por eso se requiere de una acción, de una alerta temprana, de una acción inmediata de parte de los órganos policiales y de una vigilancia estricta en la zona fronteriza”, dijo Blandón.

De acuerdo con la feminista, las medidas preventivas y detección temprana de un posible secuestro o desaparición de una menor de edad, pueden incluso ser atendidas por vecinos en las distintas comunidades o barrios donde hay riesgo de padecer estos delitos.

“Algunas de ellas de hecho viven en hogares dónde hay muchos problemas, donde a veces hay problemas de violencia intrafamiliar y también violencia de género, hogares dónde hay padres alcohólicos y adictos a drogas, hogares donde las niñas se quedan solas porque las madres tienen que salir a trabajar para llevar el sustento, todas estas son situaciones que deben alertar a cada persona en esa comunidad y estar atento a cualquier situación de detención forzada”, indicó.

Blandón lamentó que, incluso en ocasiones, estas desapariciones son propiciadas por familiares cercanos, lo que demuestra una descomposición social.

“Entre los casos detectados esta semana vemos uno en el municipio de Camoapa, que el principal sospechoso es un tío, entonces ya no están a salvo ni en su casa las niñas; pero también hay otros hombres mayores, adultos que las están asediando a las adolescentes, como sucede en otros de los casos que se trata de un hombre de hasta 40 años que frecuentaba a la familia y que retuvo a la niña”, remarcó la feminista.