Foto Héctor Rosales

Foto Héctor Rosales

"Limpias para dejar el año viejo", ¿mito o realidad?

Con las famosas "limpias" podés obtener amor, salud y dinero.


La mejor manera de terminar el año y comenzar uno nuevo, para que todo fluya con la energía a nuestro favor, es cerrando ciclos, limpiando las energías y agradeciendo lo vivido, es por eso que un buen baño con hojas y ramas naturales le pueden ayudar a desprenderse de esas malas vibras que a lo mejor obtuvo en este 2018.

Este es solo uno de los tantos mitos que se realizan para finalizar el año, con el fin de recibir el 2019 de la mejor manera.

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“Las plantas son más que todo para el baño, para limpiar las malas vibras y limpiar el cuerpo, el espíritu y lo más recomendable también es hacer quemas para que se vaya todo eso malo que habitó en nuestra vida, por eso es bueno bañarse y también hacer quemas”, explicó la profesora Martha Pérez, una botánica de un mercado capitalino.

Francisco Jirón, conocido como “Don Chico” es otro reconocido botánico del mercado Roberto Huembes, en su tramo ofrece una variedad de productos naturales para hacerse una buena limpia este fin de año.

“Yo siempre les recomiendo (a mis clientes ) el "Abre camino", el "San Diego", la ruda, la albahaca, la guanislama, todo eso es para despojar y desbloquear las malas vibras y además de eso tenemos el incienso y la mirra; que esto se hace en una quema después de los baños”, explicó Jirón.

Si usted lo que desea atraer este 2019 es dinero, "Don chico" recomienda “poner pétalos de rosa, canela clavo de olor, hoja de "jala jala" y ruda”.

¿Y para buscar el amor? Jirón explica que "se le pone el "Abre camino", los pétalos de rosas rojas, tienen que ser riva pimienta dulce y se le pone una hoja que se llama "San Diego", ese es para que el amor llegue para que este 2019 estén unidos y tengan una buena pareja y que haya armonía y paz”.

Si opta o no por este rito de fin de año es sus decisión, pero lo cierto es que todo tiene un principio y un final. La vida son cambios permanentes, por lo que no hay que aferrarnos al pasado; ni las cosas ni las personas son para siempre.