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Economía global crecerá 1.7%, pese al panorama incierto que vislumbra el Banco Mundial

De acuerdo a la organización, el 2023 fue el año en que aumentó la desigualdad en el mundo.


El 2023 es considerado como el año de la desigualdad, según el Banco Mundial, que mira hacia atrás y analiza algunas de las preocupaciones y prioridades de desarrollo más acuciantes, tomando en cuenta las pérdidas provocadas por la pandemia, que se sumaron a las amenazas del cambio climático, la fragilidad, los conflictos, la violencia, la pobreza y la inseguridad alimentaria.

En materia de pobreza, el Banco Mundial, asegura que “ha disminuido en los países de ingreso mediano, el problema sigue siendo peor que antes de la pandemia en los países más pobres y afectados por fragilidad, conflictos o violencia”.

Destaca que, “casi 700 millones de personas en todo el mundo viven hoy en la pobreza extrema, lo que significa que viven con menos de dos dólares con 15 centavos al día”.

Deuda Internacional

En cuanto a la deuda internacional, el reporte de 2023, sostiene que “los países en desarrollo gastaron una cifra récord de 443 mil 500 millones de dólares en el servicio de su deuda externa pública y con garantía pública en 2022”.

Mientras que los países más pobres pagaron una cifra récord de 88 mil 900 millones de dólares en costos del servicio de la deuda en 2022, un 4,8 % más que en 2021.

Sobre las perspectivas económicas mundiales, el organismo proyecta que la economía mundial crecerá un 1,7 % en 2023 y un 2,7 % en 2024, y que la fuerte desaceleración del crecimiento será generalizada.

Los pronósticos en 2023 se corregirán a la baja para el 95 % de las economías avanzadas y para casi el 70 % de los mercados emergentes y las economías en desarrollo.

En el informe del Banco Mundial titulado (Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo: Tendencias, expectativas y políticas), vislumbra que la tasa máxima a largo plazo a la que puede crecer la economía mundial sin provocar inflación caerá al nivel más bajo de los últimos 30 años en lo que queda de la década de 2020.

Ello se debe a que la mayoría de las fuerzas que han impulsado la prosperidad desde principios de la década de 1990 se han debilitado, incluido el aumento de la población en edad de trabajar.

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