Imagen referencial / Cortesía

Imagen referencial / Cortesía

Países del SICA piden tomar acciones para evitar una crisis alimentaria en la región

Los miembros del SICA preparan un plan para dar respuesta a esta situación


Los países que conforman el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) han llamado a la acción multilateral para impedir que la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus genere una grave crisis alimentaria en la región.

“Para nosotros este es un tema transversal que debe ser coordinado al más alto nivel político, en conjunto con alrededor de 17 instancias especializadas y sectoriales del SICA”, destacó Vinicio Cerezo, secretario general del SICA.

Expertos han advertido que la pandemia del Covid-19 ya está afectando al sector de la alimentación y la agricultura, por lo que han recomendado a los países adoptar medidas inmediatas que garanticen que la cadena de suministros de alimentos nacional e internacional y la seguridad alimentaria en el contexto de la crisis sanitaria mundial no se vea afectada.

Datos del SICA revelan que en la región centroamericana, el 7% de su población, es decir, 4.4 millones de personas se encuentran en emergencia alimentaria.

Esta cifra según el secretario general de dicha organización, puede duplicarse debido a la pandemia del Covid-19 y sus medidas de contención, a los eventos climáticos proyectados y a la presencia de plagas como la langosta que ha llegado a la región.

“Toda esta situación agrava los indicadores relacionados a la mal nutrición en sus diferentes manifestaciones, especialmente los relacionados a la desnutrición crónica en el norte de Centroamérica y a la obesidad más al sur de la región, la cual también repercute en otros problemas de salud públicas”, comentó.

La preocupación de los países del SICA ante una posible crisis alimentaria en el contexto de la pandemia no es para menos, tomando en cuenta los antecedentes particulares y compartidos de los países de la región que por años los han hecho más vulnerables a este tipo de escenarios.

En este sentido la Oficina Regional del Fondo de Naciones Unidas para la Seguridad Alimentaria (FAO) ha volcado todo su apoyo a los gobiernos de la región a través de sus 26 oficinas en el istmo, según Julio A. Berdegué, subdirector de la FAO para América Latina y el Caribe.

Por su parte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha calculado que 28 millones de personas en Latinoamérica caerán en extrema pobreza producto de la crisis sanitaria global.

El escenario se torna todavía más abrumador, tomando en cuenta que antes de la pandemia, 48 millones de latinoamericanos y caribeños ya estaban en condición de hambre.

Desde el último informe que presentó la FAO junto con Cepal en junio de este año a la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac), las cifras ya se han agravado considerablemente, según Berdegué.

“Nos amenaza la cifra escalofriante de 80 millones de latinoamericanos y caribeños con hambre o inseguridad alimentaria grave. Si esas proyecciones se hacen realidad, significa que habremos retrocedido 40 años, así de grave, hay que impedirlo”, afirmó.

Las consecuencias humanas y sociales serían graves, pero también las derivaciones políticas serían profundas, advirtió Berdegué.

Por su parte, Marcelo Ebrard, secretario de relaciones exteriores de México, aseguró que, ya que su país tiene la presidencia pro tempore de la Celac, está impulsando con otros países una Asamblea General Extraordinaria en las Naciones Unidas donde se aborde este tema, “porque se van a requerir decisiones de gran envergadura que involucren al conjunto de los países en el mundo”.

De darse esta asamblea extraordinaria, los países del SICA se esperan para presentar un Programa Multilateral Regional que impida que la crisis sanitaria se convierta en una crisis alimentaria.