EFE

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Se reabre el debate del aborto en Marruecos tras la muerte de una menor

La muerte de una menor de 14 años ha desatado una polémica en Marruecos sobre la necesidad de despenalizar esta práctica.


La muerte este mes de una menor marroquí de 14 años a causa de un aborto clandestino ha desatado la polémica en Marruecos sobre la necesidad de despenalizar esta práctica muy recurrente en el país, con entre 600 y 800 casos diarios, según los datos manejados por las ONGs.

Meriem falleció el día 7 en la localidad rural de Boumia, en la provincia sureña de Midelt, como consecuencia de la hemorragia causada por la operación, que se habría practicado en la casa de un joven de 25 años con el que no estaba casada, en un país que penaliza las relaciones extramatrimoniales.

Desde entonces, el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo, solo permitida en Marruecos cuando la salud de la madre corre peligro, está en las redes y medios marroquíes, donde se pide al menos desbloquear el proyecto de reforma del Código Penal que se presentó en 2015 (ahora en revisión) y que contemplaba excepciones como la violación, el incesto o enfermedad mental de la madre.

"Sabemos que la marroquí es una sociedad conservadora, pero pedimos, por razones exclusivamente sanitarias, que se despenalice la interrupción voluntaria del embarazo", explica a Efe el presidente de la Asociación Marroquí para la Lucha contra el Aborto Clandestino (AMLAC), Chafik Chraibi.

Según Chraibi, en Marruecos se registran diariamente entre 600 y 800 abortos clandestinos. Una parte de estas interrupciones voluntarias del embarazo no se realiza en quirófanos sino en consultas médicas que no cuentan con anestesistas, que no están debidamente esterilizadas y no siempre las lleva a cabo un médico especialista.