A las edificaciones grandes deben exigirles estudios geológicos, dicen expertos

Los nicaragüenses experimentaron un nuevo movimiento telúrico el domingo por la madrugada.


El desastre y terror de los terremotos de 1931 y 1972 siguen en la memoria histórica de los que vivieron este hecho y se la han transmitido en cada generación a sus familiares, esto es lo que enciende alarmas y no genera actos concretos de protección ante estos tipos de sismos, según la Mesa Nacional de Gestión del Riesgo, por eso insiste en que debe de mejorarse la capacitación para concienciar a la población nicaragüense.

“Nuestras población tienen vivos estos recuerdos de los terremotos, por eso tenemos que seguir trabajando en la sensibilización para que la población actúe ante estos eventos con calma y se involucren en ejercicios de simulacros”, especificó Nancy Ugarte, Oficial de acción humanitaria de la Mesa Nacional de Gestión de Riesgo (MNGR).

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Para los especialistas, la percepción en la población de la actividad sísmica tiene que ver con las construcciones mal elaboradas que aún persiste en el país, además de la falta o poca importancia que se les da a los estudios geológicos que pueden prevenir una catástrofe y dan las pautas para conocer los sitios en los que son viables las edificaciones.

“Hay que respetar las normas técnicas de la construcción, los estudios técnicos de base, como el estudio geológico, el de amenaza sísmica, el estudio biotécnico e hidrológico, estos son necesarios para saber qué tan factible es levantar una construcción, pero aquí se están levantando edificaciones en cualquier lugar”, dijo Eduardo Mayorga, geofísico.

Un sismo de 5.5 en la escala de Richter sacudió el Pacífico de Nicaragua a las 3:30 de la madrugada de este pasado domingo 24 de marzo. De acuerdo al Instituto de Estudios Territoriales, Ineter, el epicentro fue frente a El Tránsito, León, y se registró a 82 kilómetros de profundidad.