Foto Cortesía.

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El legado de monseñor Báez tras 10 años de servicio en Nicaragua

La defensa a los derechos humanos, protección a los más necesitados y sabiduría en la transmisión del reino de Dios es su principal contribución a la sociedad, aseguran quienes conocen al religioso.


En marzo de 2009, Monseñor Silvio Báez recibió la noticia que tendría que volver a su patria Nicaragua tras concluir su doctorado de Teología Bíblica, que cursó en Roma, Italia.

En mayo de ese mismo año fue nombrado obispo auxiliar de Managua y desde el primer momento mostró que estaría en contra del abuso de poder que se cometieran contra el país y sus ciudadanos.

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Su primer gran choque fue el 22 de junio de 2013 cuando regañó a miembros de la juventud sandinista guiados por Pedro Orozco y es que un par de horas antes “las turbas divinas” como les llamó en algún momento el actual presidente de Nicaragua, había ejecutado el plan Ocupa INSS, el que consistía en golpear a jubilados y quienes le apoyaban en su solicitud de una pensión reducida.

“En nombre de Dios no creen más tensión, esa música a alto volumen, cuando hay personas sufriendo y muchachos golpeados, no es algo que contribuirá a la paz”, les manifestó el líder religioso a Orozo.

Báez agregó en ese entonces que "esa música, esas camisetas del gobierno no estan contribuyendo a la paz, seamos serios, aquí no somos tontos, no nos van a engañar, contribuyan a la verdadera tranquilidad o se ponen en contra de la paz”, reprendió fuertemente el obispo auxiliar de Managua al miembro de la juventud sandinista.

Tras el inicio del conflicto sociopolítico en Nicaragua, monseñor Báez, como todos los obispos, condenó la brutal represión de parte del Gobierno, aunque esto lo ubicara en el ojo del huracán y ser uno de los agredidos en julio del año pasado cuando en la Iglesia en Diriamba fanáticos sandinistas le hirieron el brazo, porque lo líderes religiosos habían evitado una masacre de manifestantes.

“Esto no es nada en comparación a lo que ha sufrido nuestro pueblo. Nosotros pudimos constatar que hay personas que tienen un rostro agresivo, de asesinos y que estan ciegos ante lo que vive Nicaragua”, expresó ese día monseñor Báez.

El pasado 11 de abril, Monseñor Silvio Báez anunció que abandonaría Nicaragua para permanecer "por un tiempo" en Roma, a solicitud del Papa Francisco, luego que se diera a conocer la noticia sobre el intento de asesinato contra la exembajadora de Estados Unidos en ese entonces Laura Dogu.

"Recibí una llamada del Departamento de Política de la Embajada de los Estados Unidos para decirme que tenían plena certeza que había un plan para asesinarme, que tuviera cuidado porque iba a ocurrir en los próximos días, incluso dijeron en dónde podía ser y cómo podían estar vestidos los que iban a ejecutar tal acción y que tomara mis precauciones”, dijo Báez.

Para sacerdotes y analistas políticos, el religioso carmelita descalzo imprimió a la iglesia católica nicaragüense sabiduría en la transmisión del evangelio del reino de Dios, cercanía con los más necesitados y conquistar el corazón de los más jóvenes por ser el obispo que tiene mayor presencia en las redes sociales como Twitter y Facebook.

“Él incluso con su tuits que más han llegado a todo el mundo creó un libro hablando del trasfondo de cada uno de ellos. Tiene un gran amor a la virgen María; esto quedó remarcado en su otro libro “Cuan un botón de rosa”, que explica cada uno de los cantos de la Purísima”, expreso el padre Julio Arana, Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Managua.

El padre Luis Herrera, Vicario de la Catedral de Managua, señaló que monseñor Báez “da muestras de una obediencia que es el llamado a todos los sacerdotes, a dejar todo atrás y llegar al servicio que Dios nos llame. Pese a su partida no está dejando solo al pueblo nicaragüense, gracias al buen uso de las redes sociales estaremos en contacto con él”.

Para el analista político Fanor Avendaño, la valentía del religioso es un ejemplo a seguir.

“Ha sido el primero que se ha puesto a denunciar las regularidades de este gobierno, sin importar las consecuencias que esto podría traerle, incluso en sus homilías denunciaba”, dijo Avendaño.

En cuanto a los defensores de derechos humanos y miembros de la Alianza Cívica, esta partida del obispo auxiliar es un golpe anímico fuerte para quienes se manifiestan en contra del Gobierno de Nicaragua y que piden un golpe de timón en los guías políticos del país.