FOTO: ARCHIVO | CORTESÍA

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Curia Arzobispal condena escalada de represión gubernamental


A través de una carta que emitió este viernes la Curia Arzobispal de Managua, la Iglesia Católica condenó la escalada de represión gubernamental que ha experimentado en las últimas semanas la ciudadanía que ha alzado su voz en protesta contra el gobierno.

En su misiva, los obispos han llamado al gobierno a respetar el derecho a la manifestación cívica y religiosa de la población "sin ninguna clase de intimidación y riesgo", pues la criminalización de las protestas de grandes sectores de la sociedad "se ha convertido desde el año pasado en la más grave amenaza contra la paz y la libertad de nuestro país".

El pronunciamiento del clérigo se da días después del asedio policial que se registró contra periodistas de Radio Darío en el departamento de León y opositores de esa localidad, la detención de dos ciudadanos en Chinandega, acusados de supuestamente lanzar bombas en ese departamento, el sabotaje que sufrió la antena principal de Radio Corporación en Tipitapa y el anuncio del cierre definitivo de los periódicos El Nuevo Diario y Metro.

En su carta, la Curia Arzobispal manifestó que "las acciones abusivas institucionalizadas son una compleja estrategia puesta al servicio de la preservación del poder a cualquier costo".

No se limitan a reprimir las eventuales marchas y movilizaciones, sino que se manifiestan en el asedio permanente contra la población, contra los medios de comunicación independientes y específicamente contra los templos católicos, donde se congregan los fieles a sus actividades espirituales y pastorales, añadieron.

Al llamado de los religiosos se ha sumado el ex eurodiputado socialista Ramón Jáuregui, quien el pasado viernes a través de su cuenta de Twitter instó a la comunidad internacional incrementar la presión contra el gobierno del presidente Daniel Ortega.

Mientras tanto, este sábado el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin en su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas abogó por una "solución negociada para resolver los graves conflictos políticos en Nicaragua y Venezuela".

Parolin aseguró que la situación en ambos países ha generado una "preocupación apremiante" e instó a encontrar "soluciones negociadas a los problemas políticos, sociales y económicos, aliviando las tensiones y aliviando el sufrimiento de la población".