Foto Cortesía

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Lluvias de Iota sobrepasaron las registradas por el huracán Mitch, según Centro Humboldt

El huracán Iota impactó la zona del Caribe Norte de Nicaragua.


El Gobierno de Nicaragua dijo que el huracán Iota es el más potente que ha tocado Nicaragua desde que se tiene registro, tanto así que superó en un aspecto al devastador Mitch, otro de los ciclones más poderosos y mortales que pisó tierras nacionales en el año 1998.

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Si con el Mitch, según datos del Centro Humboldt, llovió mucho, con Iota la situación fue peor.

En el Mitch las precipitaciones duraron 24 horas, y afectó mayormente la zona norte y Occidente del país; con Iota duraron hasta 72 horas y hubo más zonas afectadas debido a que dichas lluvias se distribuyeron proporcionalmente por casi todo el territorio de Nicaragua.

“Hubo más lluvias que comparadas con el Mitch, el Mitch solo afectó la zona del norte de Nicaragua y Occidente, no afectó todo el territorio y las cantidades de agua que se llegaron a depositar en departamentos como León, Chinandega y la zona del norte no fueron comparadas con las que estamos teniendo ahorita pues fueron mejor distribuidas estas aguas (del huracán Iota) proporcionalmente (…) con el Mitch nos cayó agua en solo 24 horas y este nos dejó agua en 72 horas: las lluvias fueron lunes, martes y miércoles”, explicó Agustín Moreira, agrometeorólogo del Centro Humboldt.

Un reporte informativo del Centro Humboldt refiere que los mayores acumulados de lluvia en la zona Centro y Pacífico del país tuvieron lugar en Diriamba (Carazo), con 245.4 milímetros, Jinotega con 228.6, Managua con 168.9 y Rivas con 132.3.

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Mayores estragos por altos niveles de saturación de suelos

Los daños que se reportan hasta el momento por el huracán Iota empeoraron, en la mayoría de los casos, debido a la saturación de los suelos.

Esto debido al paso del primer huracán, Eta, que impactó Nicaragua como un fenómeno de categoría 4.

“Cuando tuvimos (al huracán) Eta pues las lluvias saturaron los suelos, estos ya no podían absorber más cantidad de agua, por ello el suelo no permitió más el ingreso del agua y el líquido comenzó a escurrirse, se dio lo que denominamos como correntías y a su vez esto fue lo que originó los deslaves, inundaciones, etc”, finalizó Moreira.