Foto Cortesía

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Playas y centros turísticos "inundados" de basura por actividades de fin de año

Existe una Ley que castiga a quienes boten basura en lugares no autorizados.


Desafiando la pandemia del Covid-19, decenas de nicaragüenses decidieron viajar a las distintas playas y centros turísticos de país, lo que no solo provocó un riesgo para su salud al no poner en práctica las debidas medidas preventivas, sino que también tuvo consecuencias para el entorno en estos lugares los cuales quedaron abarrotados de basura.

Para Nora Marín, directora del proyecto ambiental Recicla Nica, el problema deriva no solo en la falta de educación ambiental de varios nicaragüenses, sino también en la nula aplicación del marco jurídico nacional que promueve multas para los ciudadanos que tiran basura en lugares no autorizados.

Según la Ley 559, Ley especial de delitos contra el medio ambiente y los recursos naturales, existen multa por arrojar basura en lugares no autorizados, que van desde cincuenta dólares a mil dólares, dependiendo del daño causado.

“Las Alcaldías deben ponerle mano dura a estas personas que tiran basura sea donde sea porque contaminan nuestro manto acuífero, incluso encontramos en centros turísticos mascarillas que la gente dejó tirada de manera negligente, esto es un riesgo para la salud de todos”, mencionó Marín.

Marvin Torres, consejero de Jóvenes Ambientalistas, señaló que las peores consecuencias se verán en 10 años porque todo desecho plástico está siendo consumido por peces y otras especies marinas, lo que provoca que haya riesgo de enfermedades, como cáncer de distintos tipos.

“No tenemos un efecto inmediato, pero con el tiempo vamos a ir viendo los efectos porque estas micropartículas que se generan por la desintegración de estos residuos se van introduciendo en la fauna marina y básicamente comeríamos pescado con plástico o estaríamos consumiendo plástico totalmente, esto deriva en enfermedades: acumulación de grasas, problemas cardiovasculares y hasta cáncer”, dijo Torres.

Según una investigación de Jóvenes Ambientalistas, el 80% de basura que se tira a estas playas y centros turísticos son reciclables, por lo que un buen manejo de las autoridades municipales disminuiría el impacto del problema.

“Si en los vertederos de basura, como la chureca, existiera un plan de reciclaje el problema disminuiría de forma considerable, mucha de esta basura son latas de aluminio, botellas plásticas, son reciclables y en estas actividades de ocio y recreación la mayoría de basura así es”, expresó Torres.